EL 19 de junio de 2009, este diario publicaba unas declaraciones de María José García- Pelayo acusando al gobierno de Pilar Sánchez de "alarmar a la plantilla con un anuncio de prejubilaciones". Añadía que "si se confirma, según los datos que manejaba el PP sobre el inicio de un ERE encaminado a las prejubilaciones, esa decisión podría afectar a algo menos de la mitad de la plantilla, casi un millar de trabajadores de los 2.536 que figuraban en el censo a enero de 2008". Eso dijo Pelayo.

Entonces, en Jerez, el gobierno del PSOE estaba planteando la posibilidad de iniciar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

Añadía que el ERTE "costaría dinero a los jerezanos, pues el Ayuntamiento, en el caso de prejubilaciones, debería asumir parte del salario".

El pasado viernes día 30 la alcaldesa plantea un expediente de regulación de empleo extintivo para 300 trabajadores municipales, más 90 de empresas públicas, más los trabajadores de Onda Jerez, más 250 jubilaciones sin sustitución en los próximos cuatro años.

Al día de hoy y antes de analizar las consecuencias de esta decisión para Jerez, cabría realizarse algunas preguntas.

¿Se equivocó García-Pelayo, el pasado viernes, acogiéndose a los fondos ICOS solicitando 328 millones de euros al 7 por ciento para responder tan sólo a los proveedores a costa de 7OO empleos públicos (sí 700 esa es la cuenta) y a costa de los bolsillos de los jerezanos, o se equivocó cuando se opuso al ERTE?

¿Se equivocó al escoger el día - tan sólo 7 horas después de una huelga general- buscando la sintonía y el rebufo de los Presupuestos Generales sin haber dispuesto de tiempo suficiente para metabolizar los efectos del éxito de la huelga, o se equivocó en sus declaraciones el 19 de junio de 2009?

¿Se equivocó cuando se oponía a las medidas de reducción de la masa salarial - pluses y productividades- con acuerdo sindical, o se equivocó el pasado viernes cuando convocó a los sindicatos, tan sólo una hora antes del pleno, para comunicarles la decisión adoptada y que minutos después pretendía aprobar en el pleno del Ayuntamiento?

¿Se equivocó cuando se encomendó al Sr. Arenas -su deseado presidente de la Junta de Andalucía- en aras a garantizar un trato especial para la ciudad de Jerez o se equivocó al no saber interpretar las encuestas que avanzaban un 25% de indecisos en las elecciones andaluzas del pasado día 25 de marzo?

¿Se equivocó cuando negaba una salida para Aguas de Jerez distinta a la privatización total - ha dado marcha atrás con esta medida - , o se equivocó cuando incorporó a los presupuestos una partida extraordinaria de ingresos procedente de la venta de Aguas de Jerez?

¿Se equivocó cuando incrementó la plantilla municipal, por su cuenta y riesgo y sólo en un año en 315 trabajadores, o se equivoca ahora diciéndole a toda la plantilla municipal que son éstos los que sobran?

¿Se equivocó cuando prometió a los trabajadores de Onda Jerez,- por escrito- , que sus puestos de trabajo quedaban garantizados, o se equivocó iniciando un concurso de acreedores que pone en peligro sus empleos?

¿Se equivocó, cuando en su corto mandato de menos de un año, dejó de pagar a proveedores más de 115 millones de euros (incorporados en esta partida de 328 millones) o se equivoca ahora tachando a la oposición de ser la única responsable de los males de la deuda municipal?

¿Se equivoca María José como alcaldesa o mintió García- Pelayo cuando ejercía de oposición? La incógnita se despeja en cada una de sus actuaciones.

Nunca tan acertado como sabio el dicho popular: "Ten cuidado con lo que deseas no vaya a ser que lo consigas". Hoy, María José García- Pelayo es la alcaldesa de Jerez y ahora le toca gestionar la misma realidad, empeorada por sus negativas, por sus contradicciones y por sus propias mentiras.