Entre paréntesis

Rafael Navas

rnavas@diariodejerez.com

El "escribidor" de canciones

Un simple "escribidor" de canciones como le gusta que le llamen o "un músico con faltas de ortografía" como se autodefine. Manuel Álvarez-Beigbeder Pérez, Manuel Alejandro en el mundo artístico, es una persona grande por su sencillez, elegante por dentro y por fuera, discreta y callada en un mundo sonoro. Con su voz ronca, tan peculiar, pausadamente, a punto de cumplir los 87 años, cuenta las cosas como si nada de lo que ha hecho, que es mucho, tuviese la más mínima importancia. Es a lo que está acostumbrado desde que era un niño, a estar entre bambalinas, trabajando sin protagonismo detrás los artistas que reciben los mayores aplausos y los fogonazos de los fotógrafos. Pero, sin él, muchas de esas estrellas no brillarían.

Los más grandes cantantes en español de las últimas seis décadas, a uno y otro lado del Atlántico, han triunfado con sus composiciones y varias generaciones han nacido y crecido con ellas. Y quienes no conozcan aún a Manuel Alejandro se asombrarán al comprobar que, sin saberlo, habrán escuchado o incluso tarareado alguna vez una de sus más de quinientas canciones sin saber siquiera que era obra suya.

Poco dado a las entrevistas, con motivo de la próxima entrega del nombramiento como Hijo Predilecto de Jerez, ha atendido a este Diario y hoy nos cuenta en estas páginas sus próximos proyectos. Nacido en San Miguel y criado en Santiago, asegura que el Prendimiento le sigue haciendo llorar. Como lo ha hecho hace poco la marcha de uno de sus amigos más íntimos, Juan Pedro Aladro, con quien siempre mantuvo el contacto a pesar de residir entre Madrid, Méjico y Miami. Es muy posible que uno de los motivos que le han terminado de convencer de venir a Jerez a recoger el citado título sea rendir así un homenaje al productor que creó la serie 'Así canta nuestra tierra en Navidad' y reunió a muchos cantantes flamencos con los que ambos trabajaron. Pues no es ningún secreto que el autor jerezano, poco amigo de los homenajes, aún tiene pendientes de recoger algunas distinciones y varios nombramientos.

Su figura se engrandece aún más cuando cruza el 'charco'. En América es algo más que un ídolo, un dios de la música. Una tierra a la que no le gusta llamar su segunda casa porque la siente como la primera y porque allí, como también en España, hay muchos niños bautizados en su honor con el nombre de Manuel Alejandro, como descubrió hace ya décadas un día subiendo al Machu Pichu con el padre del cantante Emmanuel. Escuchó: "¡Manuel Alejandro, ven aquí!" Se volvió. No era a él.

El próximo 17 de abril recibirá el más que merecido título de Hijo Predilecto de Jerez. Llega años tarde, sí, pero llega y lo hace en un momento en el que este gran músico sigue actuando, como tendrán ocasión de comprobar en Méjico un mes antes y como también aquí, en el Teatro Villamarta, tendremos la suerte de ver y escuchar. Será un día grande. Pero el mayor homenaje que se le puede hacer es escuchar sus canciones. Gracias por dar tanto durante tanto tiempo, Manuel Alejandro.

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