Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

Manuel Ríos Ruiz

La estela de una dinastía bailaora

Acotaciones al programa

Hijo de La Farruca, bailaora que ganó un premio en el Teatro Eslava de Jerez, según la tradición oral, Antonio Montoya Flores (Pozuelo de Alarcón, 1936-Sevilla, 1997), bajo el nombre artístico de El Farruco ha creado una dinastía flamenca de rompe y rasga. Su trayectoria comenzó siendo muy joven en el espectáculo 'Galas Juveniles', para pasar seguidamente a la compañía de Lola Flores y Manolo Caracol, realizando diversas giras que alternaba con su presencia en los tablaos, entre ellos El Guajiro de Sevilla, donde compartió cartel con Tío Parrilla, hasta que, en 1955, le contrató Pilar López para su elenco, dándose la circunstancia de que al no tener documentación alguna para viajar al extranjero, le fue conseguida en un juzgado de Alcorcón, por lo que al parecer sus datos de nacimiento son posiblemente creados en aquella ocasión. Sus éxitos en las giras fueron resonantes, especialmente el alcanzado en el Palace de Londres, donde se descorrieron las cortinas dieciocho veces a instancias del público, que le ovacionó enardecidamente.

El Farruco continuó su trayectoria en tablaos y compañías en gira, hasta formar con Matilde Coral y Rafael El Negro el grupo Los Bolecos, que mereció el Premio Nacional de Baile de la Cátedra de Flamencología de Jerez, allá en 1970. Por aquel entonces se conforma con más intensidad la dinastía farruca, porque se inicia la profesionalización artística de sus hijos, con la mala suerte de que su hijo Farruquito muere en un accidente de tráfico, tragedia que le afecta hasta el punto de retirarse de los escenarios, para reaparece en 1978, y presentar a sus hijas en el Tablao La Trocha sevillano. El baile de El Farruco estaba basado en la apostura y en la elasticidad del movimiento sin que el garbo flamenco se desfigurara. Sus desplantes y sus replantes, tenían por motivación y desarrollo un sentido de la estética jonda entendida desde la arrogancia, y más que gracia ofrecía plasticidad racial, figuras escuetas pero de una belleza sorprendente.

Además de sus hijas, su escuela bailaora la han seguido sus nietos, uno de ellos, El Farru, dará razón de la misma esta noche en el Teatro Villamarta, demostrando que es, pese a su juventud, uno de los intérpretes más consumados del momento, con una carrera plena de éxitos por los coliseos de distintos países.

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