Vaya verano más aburrido que llevamos los aficionados al deporte en general y al fútbol en particular. Que sí, que Nadal ganó Roland Garros, que no hay quien tosa a la selección española en categorías inferiores, que con Ryan Lochte hay un nuevo depredador en las piscinas. Todo eso muy entretenido, muy bien. Pero, ¿dónde está lo realmente interesante? ¿Qué pasó con el fichaje galáctico del verano?

Porque no me dirán ustedes que Altintop, Sahin, Varane, Callejón o Coentrao tienen algo de galáctico -salvo, quizás, el corte de pelo de este último-. Así no se puede. Si al final va a resultar que este año el Madrid pretende hacer un equipo de fútbol... menos mal que los blancos ahí siguen, erre que erre, detrás de la nueva joya del marketing futbolístico internacional, el brasileño Neymar. Y es que lo tiene todo este chico para jugar en el Madrid. Si hay que grabar un anuncio, ahí está el tío; si hay una bronca en el campo, ahí está el tío dando patadas voladoras a lo Jackie Chan. Además, con ese peinado, muy mal le tienen que ir las cosas para que no acabe siendo una gran estrella del deporte rey. Y sí, además regatea, marca goles de vez en cuando y todo eso.

Espero que a Florentino no se le escape el chico de la cresta imposible porque sin él su política de fichajes y su proyecto de equipo se irían a pique. Más cuando Cristiano parece más calmadito y no monta el pollo ni nada cuando lo cambian en un amistoso de pretemporada en China. Eso no es propio de una estrella, las cosas como son.

Mientras, Mourinho en vez de a Neymar sigue pidiendo por lo bajini a Adebayor, que sin rastas ya no tiene el glamour suficiente para vestir de blanco. Al final el técnico luso va a acabar mal con el presidente porque sus peticiones para este verano distan mucho de lo que quieren los directivos y aficionados madridistas. ¿Qué será lo próximo? ¿Comportarse con educación en las ruedas de prensa? ¿Hacer que el equipo juegue a algo? ¡Portugués, provocador!