En tránsito

eduardo / jordá

El gen del albinismo

LEO que Copito de Nieve, el gorila albino que fue capturado en los años 60 en Guinea Ecuatorial y que pasó una larga vida como jubilado de lujo en el zoo de Barcelona, desarrolló el gen del albinismo a causa de la endogamia, ya que es muy probable que fuera hijo de dos gorilas muy cercanos, seguramente tío y sobrina. Gracias a que era albino, Copito de Nieve se salvó de ser devorado por los cazadores que lo capturaron, y gracias a la extraña coloración de su piel, esos mismos cazadores se lo vendieron a un naturalista español -catalán, por más señas- que enseguida se lo trajo a Barcelona. Copito de Nieve murió hace unos años, cuando se supo que sufría un cáncer terminal y sus cuidadores decidieron aplicarle la eutanasia. Pero me acuerdo de él cuando oigo hablar del futuro de las pensiones, porque los cálculos que se hacen sobre los malabarismos que habrá que hacer en un futuro para que podamos cobrar una pensión (aunque sea de 200 euros) nos anuncian que los jubilados del mañana estarán condenados a vivir una vida equiparable a las de los gorilas en la jungla de Guinea Ecuatorial. Otra cosa, al paso que vamos, no parece posible.

Pero hay otro aspecto de Copito de Nieve que me llama la atención, porque pienso en los partidos políticos, sobre todo los mayoritarios -PP y PSOE-, y compruebo que todos practican las leyes sociales de la familia de gorilas en la que creció Copito de Nieve. Por supuesto que todavía no hemos llegado a los casos de incesto entre tío y sobrina -eso que quede claro-, pero la identificación tribal y el parecido en el ADN ideológico es tan alto que uno se pregunta si hay diferencias notables entre los militantes o si todos comparten ya el mismo código genético. Porque todos piensan igual, todos dicen lo mismo, todos obedecen al jefe -al que desean suplantar en secreto- y todos practican los mismos mecanismos de defensa y de ataque contra la tribu rival. De momento no son albinos, pero si las cosas siguen así, no sería de extrañar que todos los militantes con cargos públicos acabasen adquiriendo el gen del albinismo, así que poco a poco veríamos que les empieza a salir una gran mata de pelo blanco. Y no serían canas, no, sino una hermosa pelambrera de gorila albino. Y mientras tanto, nuestros jubilados estarán preparando las maletas -y el salacot, y quizá hasta una escopeta de caza- para irse a vivir a la jungla, tan ricamente, en compañía de los gorilas, a buscarse la vida que aquí no podrán mantener. Qué envidia del pobre Copito de Nieve.

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