Juan / De La Plata

Un gran músico flamenco

Se echaba de menos su guitarra, su toque, su arte, su manera de entender y de crear la música flamenca de nuestra tierra. Han sido unos años, los de su enfermedad, en los que la guitarra de Parrilla estuvo ausente de todos los eventos. Su toque magistral, tan suyo y tan flamenco nos dejó hace tiempo. Y ahora es el propio artista el que se nos acaba de ir para siempre, dejando huérfanas las seis cuerdas de su guitarra, tan personal y tan gitana. Una guitarra que ya hacía tiempo que estaba muda, pero de la que brotaron siempre los mejores arpegios flamencos, las mejores seguiriyas y bulerías. Aquellos toques que tanto acompañaron a los mejores y, entre ellos, a aquella que fue la mejor de todas las cantaoras de Jerez, La Paquera, para la que nunca fue Parrilla, sino "Parrillita", como ella cariñosamente le llamaba; su tocaor, su acompañante ideal, su compañero de tantas actuaciones, al que siempre recurría, porque era el que más se identificaba con ella, con su grito genial de cantaora única e incomparable.

Ha muerto el maestro, el músico flamenco, el hombre que sabía sacar a la guitarra las notas más gitanas, los aires más flamencos; el gran compositor de piezas inolvidables, en las que iba siempre envuelta su alma de guitarrista extraordinario, su sensibilidad flamenca, su exigente y depurado estilo de concebir la música; bien fuera para acompañar el cante y el baile; como para darla a conocer en concierto, como tantas veces hiciera. Su magisterio lo expresó durante muchos años al frente del aula de guitarra de la Cátedra de Flamencología, por la que pasaron tantos alumnos; y su maestría quedó igualmente de manifiesto en esas composiciones flamencas con las que adaptaba, cada año, los más populares villancicos de nuestra tierra; dejando para siempre su impronta artística en los numerosos discos grabados, bajo su competente dirección.

Se nos acaba de ir, para siempre, un gran músico flamenco y, a mi juicio, el mejor guitarrista que Jerez ha tenido en todo el siglo XX. El más flamenco y el más completo, sin menospreciar a nadie. Porque Manuel Fernández Molina "Parrilla de Jerez" era quizás el más genial de todos, el que más conocimientos poseía de la guitarra; el que mejores falsetas le sacaba y el que más sentía el toque que interpretaba. Un toque, una música, que fue su vida, y por la que pasará a la historia de los más grandes maestros de la guitarra flamenca. Donde quiera que esté su espíritu, posiblemente ahora pueda seguir acompañando los dionisiacos cantes de su gran compañera, La Paquera. Nuestra pena es que, ahora, nosotros no podremos escucharlos. Pero siempre le recordaremos como el gran músico flamenco que fue. Compositor y ejecutante sin igual. El mejor.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios