hoja de ruta

Ignacio Martínez

Algo hemos hecho mal

Aveces a Andalucía le pasan trenes por la puerta que no sabe coger. Esta semana se celebra en Valencia el Campus Party, una de las concentraciones de expertos y aficionados a los ordenadores más importantes del mundo. Esta XV edición tiene unos 6.000 abonados para toda la semana a los que se sumarán diariamente unos 500 con entradas de una jornada. Ellos son los protagonistas de un evento que se ocupa de la innovación tecnológica, la creatividad y el ocio digital.

Por aquí han pasado personalidades como el astronauta Neil Armstrong, el ex vicepresidente americano Al Gore, el director del Laboratorio de Medios del Instituto Tecnológico de Massachusetts Nicholas Negroponte, el profesor de cibernética Kevin Warwick, el físico Stephen Hawking, la alta comisionada de la ONU para los objetivos del Milenio Eveline Herfkens, el ex alcalde Rudolph Giuliani de Nueva York, la diseñadora en 3D Barbara Lippe. Y un largo etcétera de expertos en las más variadas artes, entre los que están John Maddog, el director de Linux, y Tim Berners Lee, uno de los padres de internet, que son habituales.

Pues bien, todo este tinglado empezó aquí mismo en 1997, en Mollina, junto a Antequera, en el centro de Andalucía. Aquí se celebró los tres primeros años. Al principio con 250 participantes y en 1999 con 750. Y para crecer se marchó a Valencia, al calor de su auge como ciudad de la tecnología, de una anfitriona como la Ciudad de las Artes y las Ciencias y el patrocinio de la Generalitat Valenciana. Los tres jóvenes fundadores son mediterráneos: un catalán de Barcelona, una levantina de Castellón y un andaluz de Málaga, Pablo Antón. Y tienen montada una red internacional. El Campus Party se ha celebrado ya en Brasil cuatro años, convirtiéndose en el más grande del mundo con 9.000 personas. También se celebra en México y Ecuador. Y el año próximo quieren hacerlo en Silicon Valley. También hacen eventos ad hoc, como uno del Milenio que se celebrará en octubre próximo en Granada.

Los organizadores dicen que lo importante no es la anchura de banda de 10 gigas, ni el número de participantes, sino la concentración de talento, la formación, el conocimiento personal de miles de jóvenes de todo el mundo que aprovechan para desvirtualizarse. A Valencia acuden muchas empresas que van directamente a fichar; muchos campuseros acaban la semana colocados. La base de datos de la organización suma a 115.000 expertos en todo el mundo. La pregunta es por qué este acontecimiento planetario que nació aquí, sirve hoy día para colocar a Valencia en el mapa mundi. Algo habremos hecho mal.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios