Escribí un artículo, hace algún tiempo ya, sobre esta historia del calentamiento global con la que nos machacan a diario y sin piedad. Las cosas, no sólo no se han calmado, si no que la histeria 'quasi' colectiva está alcanzando niveles de pandemia incontrolada y mucho más peligrosa que la temida gripe 'A'.

Lo que me preocupa, y mucho, no son las doctrinas alarmistas de algunas organizaciones científicas, si no las teorías catastrofistas de la mayoría de esos grupos que se dicen 'ecologistas' y que en realidad son asociaciones sectarias, politizadas, antidemocráticas y populistas; y, por encima de todo, me preocupa el hecho de que a estos cantamañanas se les de una importancia que para nada deberían tener, un pábulo que no merecen y se les preste una atención que no tiene base científica seria en absoluto.

Lo peor de todo este descabellado asunto, es que detrás de un supuesto interés por 'salvarnos' del Armagedón que anunció el Apocalipsis, subyace un premeditado intento de tejer un "nuevo orden mundial" que permita a los "salvadores planetarios" articular una sociedad limitada, vigilada y controlada.

Los valedores de este maremágnum que arrasa diarios, revistas, emisoras de radio e informativos de televisión, con una insistencia obsesiva y una intensidad enfermiza; no son los cuatro pelagatos 'verdes' que se piensan 'nuevos profetas' defendiendo un ecologismo ignorante, falaz y tendencioso; estos no son más que torpes marionetas manipuladas por quienes si saben lo que están haciendo, porqué y para qué.

Personajes como Al Gore; el fracasado candidato a presidente de los Estados Unidos, eterno segundón, un persona mediocre y gris, incapaz de conseguir el triunfo por sus propios medios porque carece de la valía necesaria para ello; se dieron cuenta, cuando surgieron los primeros estudios científicos serios en los que se postulaba la posibilidad de que el Planeta estuviese sufriendo un cambio climático global, que esta teoría, que rápidamente caló en la opinión pública mundial, podría servirles como instrumento para colocarse en la cúspide de una pirámide de poder, por encima de gobiernos y organizaciones mundiales. Ellos serán los 'guardianes del clima', los 'controladores del 'calentamiento global", los valedores de un nuevo Arca de Noé que salvará a la Humanidad de un cataclismo, sólo evitable acatando el nuevo statu quo que ellos proclaman.

Les puede parecer ciencia ficción o el argumento de una película de James Bond, pero no lo es.

Fíjense que he escrito: "estudios científicos serios"… "postulaban la posibilidad"… "teoría"… Nadie que sepa de lo que está hablando y que se considere un investigador, técnico o estudioso de la materia, puede asegurar que en la Tierra está cambiando el clima por un calentamiento global debido a la acción del hombre, nadie lo puede decir.

El hielo de los Polos lleva derritiéndose más de doscientos años. Entonces, aún no había llegado la Revolución Industrial y los únicos gases 'contaminantes' que se vertían a la atmósfera eran los pedos de los camellos. En nuestro Planeta siempre ha habido grandes cambios climáticos globales, desde mucho antes que el hombre existiese. Son ciclos naturales en los que nada tienen que ver los humanos.

Si bien es cierto que el reciclaje de los residuos contaminantes es necesario, como lo es mantener limpias las aguas de ríos, lagos, mares y océanos; o evitar vertidos perjudiciales para el medio ambiente, o cuidar, genéricamente hablando, la Naturaleza; no es cierto, porque no hay medios científicos para demostrarlo, que la actividad humana sea la responsable de un cambio climático del que ni se puede saber de que proporciones es, ni cuando terminará, ni en que consistirá con exactitud, ni en que modo afectará a la vida terrestre.

Otra cosa bien distinta es que cuatro espabilados con fuertes intereses económicos, quieran jugar a ser profetas y, de paso, a cuenta de provocar una histeria colectiva a causa de un proceso cuyas causas y efectos se desconocen, nos amarguen la vida a todos sin necesidad alguna.