Reconozco que después de varios años, estoy ilusionado con el proyecto del equipo de mi ciudad, el Xerez.C.D. Un club que a pesar de llevar varios años en el abismo, ha conseguido mantenerse en Tercera División vivo por méritos propios. Un grupo de fieles seguidores siempre ha estado ahí al pie del cañón y hoy en día pueden ilusionarse con un Xerez que mira más para el terreno de juego que para los despachos. Y no soy el único, muchos se han querido unir a esta temporada difícil ya que no sabemos cuándo habrá posibilidad de entrar en las gradas. Pero sabiendo que con nuestro abono podemos arrimar un poco el hombro. La pena, como lleva pasando durante varios años – por desgracia – son aquellos que tan solo se acuerdan de la historia seleccionada del Xerez Club Deportivo para ponerle precedentes a un club de 2013. Y que conste que respeto - aunque no comparta - la opinión de muchos amigos que prefirieron tomar otro camino dejando al que parecía moribundo equipo – hasta ese momento de su vida. En cambio, toman otra parte de la historia que también es real: deudas, malos presidentes y una pésima gestión económica; para arremeter constantemente contra el equipo azulino por excelencia en Jerez de la Frontera.

Es como un sí pero no. Es un me voy pero te voy a señalar hasta que acabe contigo – o eso pensaban. Libre es cada uno de elegir el equipo al que animar y sano debiera ser el entendimiento entre hinchas de unos y otros equipos. Cada uno a lo suyo. Pero por favor, déjenme disfrutar de esta ilusión que ha vuelto a contagiar a tantos xerecistas de corazón, que volvemos a ser abonados del equipo que nos llevó a la Gloria hace poco más de once años. Déjennos vivir el día a día de un club renovado en manos de su afición. Aquella que luchó como ninguna por salvar al equipo de su vida.