Tribuna cofrade

José Castaño Rubiales

Carta de un jerezano al Papa Francisco

Con filial respeto, como miembro de esta comunidad cristiana, me dirijo a Su Santidad aprovechando el cambio del Obispo de la Diócesis Asidonense, para rogarle que el nuevo pastor que nos  envíe satisfaga especialmente a un gran sector del mundo cofrade y algunos otros que no se adecuaron a los obispos anteriores por no ser de sus deseos e intereses suyos.

El primero que llegó a esta Iglesia local, como Obispo Auxiliar de Sevilla, era demasiado político y no toleraba las grandes diferencias sociales que se encontró en esta ciudad.

Su sucesor, también como Obispo Auxiliar, lo conocimos muy pocas personas al permanecer muy poco tiempo en Jerez. No se pudo valorar su enorme valía y grandes dotes pastorales. 

El tercero, como primer Obispo de nuestra Diócesis, al que el Señor premió creándola y elevando nuestro primer templo en Catedral, por querer convertir a los cofrades en verdaderos cristianos (además de estar siempre muy cercano a las personas más necesitadas). Como él no se dejaba manejar por nadie, muchos de estos decían que podría ser un buen cura de pueblo.

Pues bien, a muchos de aquellos, después de fallecer tan inolvidable Prelado, se les escucha pedir que se le abra  causa de canonización. 

El segundo Obispo titular de nuestras Diócesis siempre se mostró con extraordinaria personalidad y daría a la Diócesis un sello de distinción, categoría y modernidad que culminaría con la reconstrucción del palacio de Bertemati, convirtiéndola  en Casa de la Iglesia.  A pesar de ser un gran diplomático, tampoco le faltaron las críticas que lo tildaban de ser un auténtico príncipe de la Iglesia.

El tercero, que Su Santidad acaba de designar como titular del Obispado de Canarias, después de recobrar y realzar muchas iglesias de la Diócesis como la de Santiago, el remozamiento de la Catedral de Jerez e impulsar otras importantes obras en las poblaciones de la misma, aun siendo un Obispo cofrade, es tildado por numerosos cofrades locales, como neo-catecúmeno. Por tanto anti cofrade, sobre todo porque tampoco se ha dejado manejar.

Ante el descontento crónico que padecen muchos cofrades locales, le rogaría, Santo Padre, que, antes de enviar un nuevo Obispo a esta Diócesis, organizase un referéndum entre estos cofrades y aquellos otros que desean un obispo a su medida, para que elijan a un nuevo Pastor que ellos puedan manejar y algunos otros satisfacer.

Posiblemente, tampoco con el establecimiento de estas Normas de elección del nuevo Obispo de la Diócesis estén de acuerdo, pero no podrán criticar al Papa Francisco por enviar a Jerez obispos que no respondan a cuanto quieren y desean muchos que presumen de ser buenos y obedientes cristianos.

Con el deseo de que Su Santidad acepte este atrevimiento de este cristiano-cofrade, espero que lo ilumine el Espíritu Santo, una vez más, en tan difícil asunto.

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