Crónica Personal

Una joven de pueblo

La falta de internet es muy importante, pero también lo es la falta de comunicaciones entre los pueblos y las ciudades

No ha cumplido 30 años y ha pronunciado un discurso ante el presidente del Gobierno que ha roto los esquemas de un Pedro Sánchez que presentaba con la fanfarria habitual su agenda 2050. La joven que no ha cumplido 30 años vive en un pueblo de Toledo, se llama Ana Iris Simón y ha escrito un libro, Feria. No hace caso del concepto de moda, La España vaciada, sino que cuenta su día a día en un pueblo en el que quiere vivir a pesar de las dificultades.

En el discurso que pronunció en Moncloa con tono firme, una cara atractiva -siempre ayuda- y una capacidad de convicción que para sí querrían muchos dirigentes políticos y sociales, le dijo al presidente que no hable tanto de placas solares en los techos porque la mayoría de los que viven en los pueblos no tienen viviendas, y por tanto tampoco techos para placas solares. Tampoco tienen dinero para una hipoteca. Y que no ponga el acento en potenciar internet para los jóvenes, y escuelas para los niños, porque no hay jóvenes que se queden en los pueblos, por falta de medios para ganarse la vida, ni niños que escolarizar porque las familias no pueden permitirse el lujo de traer hijos al mundo. Explicó al presidente su propia vida: tres ERE cuando aún no ha cumplido 30 años, el último dos días antes de dar a luz.

Ayer, diferentes asociaciones y movimientos rurales acudieron al Congreso para exponer su precaria situación y presentar propuestas con las que dar vida a los pueblos que no tienen vida. La falta de internet es muy importante, vital, pero también lo es, casi más, la falta de comunicaciones entre los pueblos y las ciudades. Y la falta también de ayudas económicas para emprendedores decididos a poner en marcha iniciativas y crear puestos de trabajo. Hay dificultades para acceder a las administraciones públicas, no sólo para obtener información sobre fondos nacionales y autonómicos destinados a esos fines, sino para informarse también sobre los fondos europeos. Con frecuencia, es más fácil conseguirlo a través de las propias instituciones europeas a través de internet -cuando hay- que en una administración española , porque hay que esperar meses para conseguir una cita.

Lo más conveniente para abordar un problema generalizado, como el desarrollo rural, es ver qué han hecho otros países para tratar de paliarlo, y tenemos muy buenos ejemplos en algunos de nuestros más próximos. Y también conviene escuchar a quienes tratan de sobrevivir en ese mundo. Cualquier cosa antes que acudir a supuestos expertos que del mundo rural sólo conocen lo que leen en informes escritos, frecuentemente, por personas que no salen de sus despachos.

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