HACE escasos días se hizo oficial una cuestión de la que alertó con anterioridad este humilde cronista: la inflación ha caído hasta el 1,4% y nadie parece haberse dado cuenta en Jerez de que las ordenanzas fiscales para 2009 -realizadas teniendo en cuenta el IPC interanual de octubre a octubre- establecen una subida del 4,5%. En resumen, los ciudadanos de Jerez han visto -verán a lo largo de 2009- como la presión fiscal municipal que soportan crece en tres puntos, una medida sin duda de gran sensibilidad social en estos tiempos de crisis, y que viene a sumarse al denominado 'catastrazo', de no menos sensibilidad y oportunidad. Vale que el Ayuntamiento no haya rectificado -aunque algunas cosas den morcilla, claro-, pero no se explica qué ocurre con lo poco que queda en Jerez de sociedad civil, con la izquierda saliendo a la calle colgada de la kufiya y la derecha directamente a tomar el vermú.