CATAVINO DE PAPEL

Manuel Ríos Ruiz

Los libros de poesía de Manuel Mantero

EL acreditado crítico Francisco J. Peñas-Bermejo ha prologado el volumen "Como llama en el diamante" (rd.editores), que reune los libros de poesía de Manuel Mantero. Y empieza escribiendo: "Para Manuel Mantero (Sevilla, 1930), la poesía ha significado siempre un fundamento expresivo en la interpretación del mundo, su mundo, y una compartida experiencia con el lector en la revelación de sí mismo".

Se trata de uno de los prólogos más dilucidadores de una obra poética que conocemos, porque la examina desde la pluralidad del "yo", partiendo del "yo" amante y llegando al "yo" poético, pasando por el "yo" social, el "yo existencial, el "yo" español, el "yo" exiliado, el "yo" aparencial, el "yo" auténtico, el "yo" onírico y "yo" hermético, llevando a cabo un estudio profundísimo del poeta y su poesía.

"Mínimas del ciprés y los labios", "Tiempo de hombre", "La lámpara común", "Misa solemne", "Poemas exclusivos", "Ya quiere amanecer", "Memoria de Deucalión", "Fiesta", "Primavera del ser" y "Equipaje", son los libros de Manuel Mantero, publicados entre mil novecientos cincuenta y cuatro y dos mil cuatro. Conforman una obra lírica que puede considerarse de las más importantes de la poesía española contemporánea. Escrita aquende y allende el Atlántico, ofrece la constatación de un poeta sumamente personal, totalmente libre de influencias generacionales o de grupo.

En la página trescientas trece de "Como llama en el diamante" -que consta de mil y pico-, encontramos el poema compuesto en tercetos octosílabos "El cante jondo", perteneciente al libro "Misa solemne" y que Manuel Mantero dedica a Antonio Hernández: Leámoslo:

"Pueblo que arde y resume/ -hombre y coro- un cante jondo/./ Hondo, y es el que más sube./ Alto cante de la copa:/ canarios libres de ramas/ del árbol de la persona./ Hondo cante del barranco/ lleno de amistad nocturna:/ el hombre, la fiera, el pájaro./ Andalucía -dijeron-,/ madre nuestra, luna nuestra…/ Los labios se enternecieron./ Los labios, que despedían/ nacimientos de agua y barro,/ música de tierra viva./ Instinto, bestia inocente./ Adán andaluz, no quiso/ ni manzana ni serpiente./ Paraíso de mujer/ en estado original./ Qué franca la desnudez./ El barro se agolpa, truena/ en la garganta caliente/ del semidiós: viento, hoguera./ Por un instante, la vida/ depende de lo que cante/ un hombre en Andalucía./ Y por un instante único/ Andalucía es tan pura/ que nadie puede ser puro."

Esta composición de Manuel Mantero puede considerarse de las más originales escritas sobre el tema. Algo que puede aplicarse a todos los temas que afronta en su obra. Una obra de maestro, que es merecedora de ser leía, una y cien veces, por todo interesado en el género.

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