FINIQUITADO parece haber quedado el asunto de la banda de cornetas y tambores del Nazareno, la cruz de guía y el palio de la Esperanza. Si en Jerez se defendieran otros asuntos con el mismo vigor que los cofrades del Nazareno preservan sus cornetas y tambores otro gallo nos cantaría.

El obispo Mazuelos Pérez firmó un decreto que es algo así como querer pintar la cubierta de un petrolero sin mancharse de pintura. El consejo ya ha dicho la última palabra y son diez minutos, diez, entre la banda y una de las traseras más bellas de nuestra Semana Santa. La del palio de la Esperanza.

Yo no voy ahora a pontificar porque doctores tiene la Iglesia. Singularidades las hay para todos los gustos y ya dice el decreto del obispo que no debemos de meternos en estos  berenjenales. Pero toda esta polémica de la banda podría haberse disipado con tan sólo un movimiento de ficha. Algo costosa, eso sí, pero al fin y al cabo una jugada maestra que nos hubiera ahorrado reuniones y plantes de paz. Música para la Esperanza.

A las Cinco Llagas no le vendría mal este tipo de revulsivo, pues ya se sabe que aquí o te renuevas o mueres. Un repertorio serio y una buena banda animaría a muchos hermanos a salir de nuevo, evitaría esa zona de confort en el que vive la preciosa cofradía franciscana y  ofrecería nuevos aires con la entrada de nuevos  hermanos a la corporación.

El pasado viernes hablaba con algunos hermanos muy antiguos de la hermandad de las Tres Caídas mientras las colas de devotas se organizaban para besar el bendito pie del Señor Caído. Todos estos hermanos estaban en contra de la banda cuando se puso música al palio de la Señora de los Dolores. Y me contaron que en cierta forma están arrepentidos de no haberlo hecho antes. Contándome esto aquel grupo de veteranos y pensando en la alegría del palio de la Esperanza lo vi claro. Ninguno de sus fundadores pudo idear un paso tan bello sin que estuviera resuelto con marchas de procesión. Y después, que hubiera venido el Nazareno con su banda, que en esto de las cofradías nada sobra y todo tiene su sitio.