CUANDO la evidencia te deje absolutamente claro que lo has hecho mal adopta la decisión que quieras pero jamás reconozcas tu error. Es más, no intentes hacerlo bien porque, en ese caso, todos se percatarán de que has metido la pata hasta el cuello. Esta parece ser la forma de actuar de los políticos mediocres, que son los peores enemigos de la cosa pública. Alcanzo esta conclusión cuando me quieren hacer creer que el problema no es el informe PISA (sí, ya saben, aquel que nos hace depositarios de uno de los peores sistemas educativos del mundo) sino que no sabemos interpretarlo. Visto lo visto, al menos así lo interpretan los voceros interesados, el hecho de que Finlandia esté arriba y España y Andalucía abajo es puñetera casualidad. Ya me dirán ustedes qué cesto tejemos con semejantes mimbres y con tales canasteros.