Crónica personal

Pilar Cernuda

El mal trago

EL mal trago, cuanto antes", comentaba ayer un dirigente del PP al que esta periodista preguntaba por la ratificación de Francisco Camps como candidato. Camps cantará victoria porque ha conseguido lo que quería, aunque mucho más tarde de lo que quería, pero si cree que con la proclamación de su candidatura se visualiza públicamente el respaldo de la dirección nacional de su partido, se equivoca. Y si cree que se zanja así su situación judicial, también se equivoca.

Ha conseguido la candidatura, pero en Génova, en la sede nacional de su partido, no ocultan la incomodidad que sienten ante un dirigente regional que ha hecho gran daño a Rajoy y gran daño al PP, porque lo de menos son los dichosos trajes que supuestamente le regalaron a cambio de favorecer a las empresas de Correa y de Álvaro Pérez, ni siquiera se ha comprobado ese trato de favor a su amigo Pérez. Lo grave es la pésima gestión de un asunto que habría sido menor si no fuera porque el presidente valenciano se empeñó en llevarlo a su manera y teniendo en cuenta solamente su interés personal y no el perjuicio que causaba a su partido y a su presidente.

Que no se engañe Camps: hoy tiene menos predicamento en el PP del que tenía hace sólo un par de años, y desde luego tiene muchos menos amigos aunque algunos de los que ya no se sienten cercanos al presidente no han dudado, por lealtad a Rajoy y al PP, en reiterar su solidaridad con un Camps que les ha colocado en una situación imposible.

Imposible porque ha dado munición sobrada a los socialistas para que envenenen la campaña del 22 de mayo arremetiendo contra el PP; e imposible porque ha mantenido una actitud constante de reto hacia la dirección nacional, tanto Rajoy como Cospedal las han tenido tiesas con Camps para que aceptara las decisiones de la Ejecutiva. Además han sufrido toda clase de presiones por parte de Camps para que le expresaran su adhesión pública en diferentes actos y, en las últimas semanas, para que ratificara la decisión del comité regional del PP de designarle candidato a la Presidencia de la Generalitat.

Lo ha conseguido, pero que no venga con triunfalismos y dando a entender que cuenta con el respaldo incuestionable del PP, porque no es tan incuestionable. Y cuando gane, que ganará, que no diga que los valencianos le dan su apoyo incondicional: dan apoyo a las siglas, al PP, a la gaviota, y rechazan a un PSOE desmembrado en Valencia y que gobierna España con poca eficacia. Cualquier otro candidato que presentara el PP en Valencia habría tenido el mismo resultado que Camps o incluso mejor, así que Camps tiene mucho que agradecer a Rajoy por olvidar su deslealtad al PP y colocarlo en una situación tan incómoda. Que no piense Camps, ni por un momento, que es Rajoy quien debe agradecerle su aceptación por parte de los valencianos .

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios