Punto de vista

josé Ramón / del Río

El mantra del cambio

LO del "cambio", se ha convertido en un mantra para algunos políticos y repiten la palabra incesantemente, ahorrándose con ello más explicaciones. Fue el lema del PSOE en las elecciones generales de octubre de 1982 y tuvo un éxito arrollador, como lo demuestra la mayoría absoluta de 202 diputados que obtuvo. Sucedió a un Gobierno de la UCD, liderado por Adolfo Suárez, pero aunque esto había supuesto un cambio de consideración, porque había consistido en pasar a un régimen democrático desde una dictadura, la vinculación de muchos gobernantes con el pasado hacía desear más cambio aún.

No son esos resultados abrumadores los que ha obtenido Pedro Sánchez al frente de la candidatura del PSOE (90 diputados), cuarto partido en número de votos en Madrid, precisamente la lista que él encabezaba y el peor resultado cosechado por su partido. No obstante consideró que su resultado había sido "histórico" y alguno de los suyos ofreció como explicación que pensaba que el resultado iba a ser aún peor, rasgo de compañerismo, pero que no convierte al resultado en mejor. Con esa idea, declaró que se sentía llamado a ser arquitecto del cambio, para lo que comenzó concediendo todo lo que le pedían, como el puesto en la mesa del Senado al PNV, o el ofrecimiento de diputados para formar grupos parlamentarios. Menos mal que su comité federal le prohibió el pacto con los independentistas. Al final ha demostrado que su idea del cambio era simplemente la de echar a Rajoy de la Presidencia del Gobierno, pese a que le había superado con claridad en diputados y votos, para ponerse él en su lugar. La incompatibilidad absoluta para pactar con el PP, a pesar de que entre ambos partidos, en cuanto a la forma del Estado (monarquía o república); su organización (unidad de España o autodeterminación); sistema económico (economía de mercado o economía intervenido) e integración en el mundo (UE o autarquía) hay más coincidencias que diferencias y estas son de matices, no tienen ninguna razón de ser. Esta es la parte del no, que necesitaríamos nos explicara. Ahora, Susana se suma al veto.

También el líder de C's, Albert Rivera, pide el cambio. En su caso, no para sustituir a Rajoy, sino para exigir que no sea candidato. Es una exigencia disparatada, porque si se aceptara elegir a un nuevo candidato del PP para unas elecciones que han de celebrarse dentro de 50 días, provocaría una dispersión de esfuerzos y sometería al partido a unas turbulencias. Será por eso por lo que Rivera quiere el cambio.

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