Pepe Marín

Al ‘chicanear por los rincones’ de María Bermúdez

Opinión

06 de marzo 2022 - 08:00

FUE en mayo de 2002 cuando la peña flamenca “Los Cernícalos” se convirtió en anfitriona de un espectáculo que, titulado “Chicaneando por los rincones”, vino a exaltar el trabajo y la profesionalidad de una mujer nacida en Los Ángeles, EE.UU, pero de padres mexicanos -de ahí el término chicano o chicana- que, después de los muchos vericuetos por los que hubo de pasar hasta lograr convertirse en bailaora y ser titular de varias compañías con las que, con una cierta frecuencia suele trabajar en tierras norteamericanas, ahora, veinte años después de aquel espectáculo, se ha alzado con el reconocimiento por parte del Ayuntamiento de Jerez como Embajadora del flamenco: María Bermúdez. Sus comienzos fueron en Madrid, en el estudio “Amor de Dios”, teniendo por maestros a “El Guito”, “La Tati”, “Manolete” y otras destacadas figuras. Más tarde pasó por Sevilla tratando y consiguiendo arrancarle el secreto de su baile a “El Farruco” y Angelita Vargas, quienes le posibilitaron el poder bailar en tablaos y peñas flamencas.

El periplo español de María Bermúdez la trajo a Jerez y en Jerez encontró lo que anduvo buscando desde que en tierras del Tío Sam soñara con convertirse en bailaora. Aquí se alían el misterio de lo “jondo”, el compás, el duende… aquí empieza de verdad su “Chicanear por los rincones”. Aquí, María Bermúdez decide sentar plaza, echar raíces, hacerse jerezana de corazón, sentimiento y arte. Aquí monta su primer espectáculo titulado “Sonidos gitanos” y con éste emprende su primera gira por los Estados Unidos de América. Aquí, contando con la participación de Pepe de Joaquina, Ana de los Reyes, Melchora Ortega, Antonio Malena, Luís Moneo, Juan Antonio Tejero, Rosario Gómez, Andrés Peña, Domingo Ortega, Diego Amaya, Jesús Álvarez, “El Bola”, Alfredo Lagos y otros, logra hacer realidad lo deseado desde siempre.

Lo expuesto habla bien a las claras de que María Bermúdez, una americana de Los Ángeles de ascendencia chicana, desde su arribada a Jerez está siendo amamantada de las ubres flamencas de esta universidad del compás, del misterio jondo, del duende, que es Jerez, en donde jamás surgieron fronteras que pudieran llenar la ilusión desbordante, el ímpetu y el enamoramiento de esta mujer, que si hubo de chicanear por los rincones hoy es una jerezana más a la que esta noche -18 de mayo de 2002- sus compañeros Antonio Malena –cantaor y al tiempo director del espectáculo-, Mateo Soleá, “Juanillorro”, Jesús Álvarez, Domingo “Rubichi”, Luís de la Tota, la propia peña flamenca “Los Cernícalos”, la Delegación Municipal de Cultura, González Byass, yo mismo como presentador del espectáculo, queremos testimoniar nuestro cariñoso reconocimiento deseando a María Bermúdez que siga chicaneando y jerezaneando por los escenarios de América y Europa.

El aplauso, mi aplauso se suma a los que viene recibiendo María Bermúdez antes y después de ser distinguida por nuestro Ayuntamiento como Embajadora del Flamenco 2022.

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