Entre paréntesis

Rafael Navas

rnavas@diariodejerez.com

El mejor regalo

La Cabalgata es el colofón a unos días que son una bendita excusa para compartir más tiempo con los demás

Si hay algo difícil en estos tiempos es generar ilusión entre las personas y el tiempo de Navidad es un lugar propicio en el alma humana para hacerlo. Tal vez sea algo efímero, pero es tan necesario que resulta un lujo prescindir de ella, aunque sea unos días, unas horas, simples segundos. Para los niños y niñas, o quienes adultos se siguen sintiendo niños, el Día de Reyes es quizá el más importante del año junto al del cumpleaños.

Mantener viva la ilusión por la llegada de una jornada como la de hoy y rodearla de magia, encanto y ternura es obligación de todos, independientemente de las creencias de cada uno. Porque si hay algo que funciona, que no hace daño, que las personas piden y que, además de esa ilusión, genera actividad económica para que muchas familias puedan vivir, hay que trabajar por ello. Así se vive intensamente en Jerez, donde la Navidad es cada vez más larga porque, cierto, es un negocio y también porque las personas demandamos más tiempo para desconectar de una cruda realidad que no respeta ningún día del año.

La Cabalgata de Reyes es el colofón a semanas en las que, gracias a esta excusa, salimos más a la calle, convivimos más, nos vemos con personas que viven lejos y revivimos recuerdos. Paco Gandón, Ana Huguet y Félix Moreno, junto a Rafael Mateos, además de ayudar a muchas personas gracias a esa especie de varita mágica que han recibido, han conseguido mantener viva esa ilusión en pequeños y mayores porque ellos la tenían. Personas que han sido felices (y lo serán) haciendo felices a los demás. Ese es, por cursi que parezca, el mejor regalo.

Decía el bueno de 'Lete' que para ser rey mago "hay que sentirse rey y creérselo". Y así ha sido un año más en una ciudad en la que todos, Ayuntamiento, empresas, belenistas y ciudadanos en general cuidan y miman estas y otras figuras durante todo el año hasta el punto de que hay quien sostiene que "ser rey mago en Jerez es más importante que ser concejal". Ese éxito de quienes encarnan a Sus Majestades, conviene recordarlo, se consigue porque en Jerez, cada Navidad, hay más de tres reyes magos en las calles.

Habrán recibido ya este mensaje que circula estos días por las redes sociales, como otros años: "Aviso a toda la población: el simulacro de paz y amor ha terminado. Ya pueden volver a ser los mismos de siempre". Es posible que así sea para muchas personas. Pero afortunadamente para otras muchas, no. Son aquellas que desmontando el belén ya están pensando cómo darán forma dentro de unos meses al de la próxima Navidad. O esas otras que son reyes magos, sin saberlo, durante todo el año porque disfrutan más regalando que recibiendo regalos. Que el mensaje de este período que ahora finaliza continúe el resto del año es cosa de cada uno. Y no me refiero al consumismo, que es algo consustancial en nuestra sociedad todo el año.

Hoy no es día para hablar de política. Los adultos somos más dados a buscar fallos y poner pegas a los detalles de las cabalgatas y actos navideños sin darnos cuenta de que a los ojos de un niño no se ve más que el mensaje. Ojalá esto lo pudiésemos aplicar los mayores a todos los aspectos de la vida. Otra lección de la Navidad. Feliz Epifanía.

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