Carlos Colón

En el mes de María

La ciudad y los días

Apliquemos a estas cosas la frase cervantina: "Llaneza, muchacho, no te encumbres, que toda afectación es mala"

13 de mayo 2023 - 01:32

Ben vennas, Mayo, e con alegría / poren roguemos a Santa María" escribió en una de sus Cantigas Alfonso X, la referencia más antigua que vincula la Virgen y mayo. Estamos en el mes de María y hoy se celebra la Virgen de Fátima. Ningún ser humano ha tenido tanta influencia en la historia con menos palabras. Con razón la imaginó San Ambrosio "reflexiva, prudente y discreta en palabras".

Señora de los silencios meditativos es esta mujer de la que por dos veces Lucas escribe: "María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón" y "su madre guardaba todas estas cosas en su corazón". Solo habla cuatro veces en los Evangelios: en la Anunciación, en la visita a su prima Isabel, cuando regaña a Jesús tras perderse en el templo y en Caná. El elogio más hermoso por más sencillo y popular que se le dirige -"dichoso el vientre que te llevó y los pechos que amantaron"- es rectificado con dureza por su Hijo: "dichosos más bien los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen", lo que sin duda se refiere también a su madre, pero igualándola a todos los creyentes. Lo mismo, aún con más rigor, se repite cuando le dicen a Jesús "tu madre y tus hermanos están fuera y te quieren hablar" y él responde: "¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?" Y señalando a sus discípulos dice: "He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre".

Cabe preguntarse cómo juzgaría el Nazareno la hermosa poesía que Montesinos dedicó a su madre: "La Virgen dio el Cielo abierto / a su ciudad más amada. / Ay, María Inmaculada, / niña guapa sin igual, / a Dios no le sienta mal / saberte la preferida. / Sevillana concebida / sin pecado original". Cariñosas exageraciones expresadas con las buenas maneras de un gran poeta. Delicado equilibrio. Son tan importantes las buenas maneras como peligrosas las exageraciones. En estos tiempos dados a magnas desmesuras, grande scarruseles de pasos y congresos con fin de fiesta procesional no está de más recordar que, en lo que a esta mujer tan excepcional como discreta se refiere, cuanto con más pudorosas y discretas buenas maneras se hagan las cosas, evitando toda desmesura que la tome como pretexto para espectáculos, mejor. Apliquemos a estas cosas la frase cervantina: "Llaneza, muchacho, no te encumbres, que toda afectación es mala".

stats