LOS empresarios lo pudieron decir más alto pero no más claro en su convención celebrada en Jerez: los políticos han de alejarse de la bronca y las disputas cansinas para concentrarse en la gestión eficaz de los recursos públicos, a fin de dar un empujón a una ciudad con 36.000 parados y una provincia con el 40% de paro. Para cambiar la tendencia, hay que aprovechar las oportunidades que se presentan. Y el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, puso negro sobre blanco los datos económicos y financieros para avanzar que si se trabaja en la buena dirección, los ciudadanos podrán notar la mejora de la economía este año. Hay motivos, vino a decir. Hay motivos para ser moderadamente optimistas a la vista de la evolución de la economía. Eso sí, no será ni gratis, ni fácil: crear el clima de confianza que apuntale el viento a favor es prioritario. Y más allá de la evolución del empleo, confirmada con los últimos datos del paro, el presidente de la Fundación Cajasol vaticinó una recuperación gradual del crédito a las familias y a las empresas, no menos importante. Sin lanzar las campanas al vuelo, convenció a los presentes de que con entusiasmo y por supuesto desde el rigor y el esfuerzo es posible iniciar el "complejo camino de la recuperación".

Siguen siendo muchos los que lo pasan mal hoy, pero de alguna manera el mensaje que conectó desde la patronal andaluza y provincial es que se están dando pasos para empezar a creer. Javier Sánchez Rojas, presidente de la CEC, fue el más contundente al reivindicar que la salida de la crisis sólo será posible desde el compromiso de todos los agentes sociales y económicos. Desde que accedió al cargo, persigue acuerdos serios a diestro y siniestro y no se cansa de repetir que los políticos han de dedicarse a solucionar problemas y no a crearlos donde no los hay. Los empresarios están hartos de clamar en el desierto por una administración ágil y por el menor peso de la burocracia. Y lo que a nadie interesa ya es el desmadre del 'y tú más'.

Por todo ello, la Administración podría tener un papel decisivo en la recuperación si apostara por una rebaja de las exigencias fiscales y se volcara más en la investigación y el desarrollo, hoy en una situación para llorar. También lanzó Sánchez Rojas un guante a los sindicatos al pedirles máxima generosidad para en definitiva poder garantizar la estabilidad de las plantillas. Por descontado, todo es matizable y hay que deshojar el discurso de unos y otros, pero datos como los del paro de esta provincia no admiten discusión: hay que actuar ya.

El discurso de los empresarios llegó a calar más hondo al recordar que sin ética no es posible el éxito económico, de ahí que abogaran por la recuperación de los valores que se han perdido. De alguna manera, recordaron a la clase política, desde el cariño, que para recuperar predicamento en la calle, hay que huir del populismo con propuestas de futuro originales. Como subrayó el profesor Quintanilla en la convención, "de todas las crisis se sale". Lo que más de medio millar de emprendedores de todos los tamaños y colores reclamaron con una sola voz es que nadie espere un minuto más: menos burocracia y más financiación. El resto corre por su cuenta.