A rienda suelta

Manuel Moure

La niña pedía sangre

LA FOTO es para verla. Se la ve acojonada, con su media melena y sus botitas. No es para menos. A la niña, muy superprogre "y con el alma roja como la sangre", la han sentado en la Audiencia Nacional porque se dedicaba nada menos que a pedir el retorno de los grapos y pedirle a los etarras que, ya que habían aparcado las armas, que se las pasaran a otros que estarían dispuestos a darle 'buen' uso. La niña utilizaba Twitter para darle rienda suelta a sus más bajos instintos, pidiendo muerte y destrucción para quienes no piensan como ella. Resulta escandalosa la forma en la que algunos son capaces de todo tipo de vilezas, no para defender sus ideas, sino para que éstas se tornen aceite sobre el agua de la opinión ajena. Por encima, siempre por encima, en una especie del iconológico 'hasta la victoria siempre', aunque haya que tirarle bragas a la cabeza a un cardenal que no hace otra cosa que defender en lo que cree.

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