Todos somos los niños
A rienda suelta
CASI dos semanas después de estar viendo en los informativos todo sobre la vida y milagros de un importantísimo cantante, contemplo atónita en la traca final que fueron sus funerales los sollozos de una pobre huérfana de once años teniendo que decirle a todo el planeta que su papá era el mejor del mundo. Ese papá presunto pedófilo que no tuvo el menor problema en sacarla en volandas (a ella o a uno de sus hermanos) por la ventana. Ese papá a quien su papá le robó la niñez y lo convirtió en el rey del pop a correazos. Pero el espectáculo debe continuar y tita Latoya, a quien aventajan dirty Diana y la abuela como tutoras legales, es la encargada de abrazar y consolar a su sobrinita antes de cantar todos juntos 'We are the world, we are the children'. Alguien ha guardado la máscara con la que papá había intentado proteger a sus retoños y ya se encuentran todos en el engranaje. Todos hemos sido los niños, aunque para algunos la niñez no haya sido un paraíso.
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