DESDE LA CASTELLANA

Alejandro Daroca

Las ofertas electorales

NO es fácil, en estos días que corren, abstraerse de las ofertas electorales, que un día sí y al otro también, nos ofrecen los líderes del signo político que sean. No tengo ni idea si estas ofertas, estos mensajes cándidos que nos llegan por las páginas de los periódicos o por otros medios informativos, están suficientemente meditados y calculados por el oferente, pero a veces nos parece que tienen más de cuento chino que de realidad que se pueda computar a favor de un voto a depositar en las urnas. Ya sé, y me consta, que la ciudadanía está un poco hasta el gorro de oír esta especie de mercadeo en el que parece se ha convertido la campaña electoral. Pero a pesar de ello no me reprimo en comentar algunas de estas sutiles ofertas que nos ponen en el escaparate.

Por ejemplo, el otro día, el ínclito Gaspar Llamazares recuperó lo mejor de su formación comunista y de su olvidada juventud en el paraíso de las libertades, como es Cuba, y nos recordó que lo que había que hacer es poner un impuesto o tasa que gravase los beneficios de la gran banca. Le salió el mejor espíritu de la lucha contra el nefasto capitalismo liberal de occidente. Y sí es verdad que a veces abruman las cifras que los grandes bancos ofrecen como beneficios, se debió olvidar que, de cumplirse su aspiración, el sistema está tan bien montado que esa tasa o impuesto la acabaríamos pagando los clientes e impositores de esa gran banca. ¿O es que cree Llamazares que los beneficios no están ya gravados? ¿Y no pagan impuestos los que los obtienen? Causa cierto estupor descubrir a estas alturas tal grado de inocencia política.

Ahora nos sorprende esa alma de la caridad que es Rajoy, por boca de Ana Pastor, y nos avisa que, de ganar las elecciones, van a posibilitar la atención buco dental a todos los menores de 18 años y mayores de 65. Ya planteó algún líder socialista hace tiempo la atención gratuita en este sector para los niños de 7 a 15 años. Y todo acaba en agua de borrajas, porque nadie de los que hacen la oferta se han puesto a estudiar cómo se haría ni lo que significaría esa medida en costes para la Seguridad Social o el deterioro que supondría en la atención de los dentistas.

Claro que Esperanza Aguirre, supongo que pensando en la medida anterior, ha ofertado crear en Madrid tres facultades nuevas de Medicina. Porque ahora se repite con cierta insistencia que en España, a medio plazo, hacen falta algunos miles de médicos más. Y si es así, ¿por qué se sigue manteniendo la nota de acceso a la carrera de Medicina, en toda España, por encima del 8,5 de puntuación? Lo lógico sería facilitar el acceso a la carrera, "apretar" a los estudiantes en su formación y completar este período con unos buenos cursos de M.I.R. para que la oferta de trabajo se cubriese con buenos profesionales.

Lo que sí parece haber sentado bien en la sociedad, según encuestas, es la propuesta de los Populares de realizar un contrato a todos los inmigrantes que les obligue a aprender las costumbres españoles, respetar las leyes y aprender el español. A Rajoy le llamaron xenófobo y racista desde otros tercios políticos y la sociedad calló, con ejemplos altisonantes de determinados colectivos de inmigrantes. Pero en el fondo, la gente es poco sincera y se esconde ante propuestas que están deseando se pongan en vigor, con rigurosidad y sin abusos de poder.

Ya digo, en esto de las propuestas electorales parece haberse abierto la veda de la verbena. Y las cosas serias pasan desapercibidas.

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