Tribuna Cofrade

Salvador Gutiérrez Galván

La Cruz es mucho más que cultura y tradición

CONOCERÁS o habrás vivido una situación de pérdida. Un adiós irreversible que guardas ya en tu memoria con ese anhelo personal imborrable. Y ahora, desde la distancia, comprendes que aquella despedida, aunque dolorosa, ha servido para que algo muy profundo brote en ti. Un sentimiento que no podemos llegar a definir pero que te acompaña por siempre, y a veces te sosiega e incluso te conforta. ¿Cuántos de nosotros nos habremos preguntado el significado de la cruz ante semejante dolor? ¿Cuántos la habrán mirado buscando mitigar la angustia de su desolación? Y cuántos se habrán preguntado: "¿Por qué a mí?”.

Esos, los que padecen así, son poseedores de un silencio sereno que me infunde enorme respeto, porque han experimentado muy de cerca la cruz de su propio calvario y la han llevado con ponderable integridad. Nunca presumieron de condición cristiana alguna, pero siempre la respetaron. Y yo los admiro por la entereza que han demostrado ante los demás y ante la dignidad de sus propias vidas. Porque, después de ese dolor insondable, con el tiempo han ido comprendiendo que la vida es también sufrimiento. Y a pesar de todo han vuelto a sonreír con valentía.

A lo largo de nuestra historia los cristianos hemos puesto en la cruz que nos identifica múltiples pretensiones personales, cada cual acorde a su conciencia. Para muchos es sinónimo de muerte y para otros de vida y esperanza. Pero esa cruz no es sólo símbolo, sino portadora de un cuerpo humano, como el tuyo y el mío. Aquí es donde podemos encontrar el sentido verdadero a nuestras vidas. El sentido de la muerte de Jesús, que asumió el camino de dolor y sufrimiento en solidaridad con todos los hombres. Abrazó generosamente su cruz, signo de la mayor humillación, y no dudó en asumirla en soledad.

Con todo el respeto y cariño, quisiera invitar a todos los que se sientan identificados con este sentimiento personal, a vivir una Semana Santa de verdadero juicio cristiano, animándoles, como un pecador más, a encontrar en el triduo pascual ( conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazaret) una nueva oportunidad de cambio. Porque la cruz que estos días celebramos siempre ha sido mucho más que simple cultura y tradición.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios