Tribuna cofrade

Ángel Heredia Barea

Cofrade de la Hdad. de la Clemencia

¿Estaremos a la altura?

LA  sociedad en la que vivimos esta muy dispuesta a crear ciertos “mantras” que a base de ser repetidos terminan convirtiéndose en relato oficial aún cuando mancille la verdad, eso es lo menos…el mantra se repite y repite hasta que se convierte en semi-verdad.

Durante mis casi más de 25 años en el Pleno de la UU.HH de esta ciudad y desde hace unos años se repite uno de estos mantras constantemente, “Es que el nivel de los hermanos mayores…”. Aquel que lo dice, lo manifiesta sin ningún tipo de rubor y además aludiendo a la caridad. Generalmente los de dentro somos jueces implacables con esos hermanos que valientemente ha tomado el mandato divino de “servir” y entregar una parte de su vida por el bien de la Iglesia.

El Pleno con su presidente a la cabeza ha demostrado una madurez, prudencia y unidad digna de elogio. Es de justicia reconocer el comportamiento de todas y cada una de las cofradías de la ciudad y de sus juntas de gobierno por la amplitud de miras y la cordura que han marcado todas las decisiones que han tomado desde antes incluso del confinamiento, esto sin contar la incesante labor asistencial realizada en la pandemia, pero esto seria para otra conversación, como diría un buen amigo no utilicemos los garbanzos para justificarnos.

El Pleno acordaba por unanimidad una serie de medidas y propuestas en relación con el tema de los palcos, demostrando nuevamente esa unidad ante un problema sin parangón y sin referencias posibles para actuar. El Consejo con su presidente a la cabeza ha gestionado esta crisis con prudencia y dando la cara en esta nefasta eventualidad. Dionisio ha demostrado su clara y contundente eclesialidad estando junto al Pastor en momentos muy duros.

El mantra mencionado se repite más veces de lo aceptable, y lo peor es que la virulencia es más acentuada desde dentro, es decir, muchas veces desde hermanos de nomina de corporaciones penitenciales. Así se ha producido en Semana santa con la visita de nuestro Obispo a las sedes de nuestras hermandades en las que el mismo ha demostrado una finura pastoral admirable cumpliendo fielmente su ministerio, “Apacienta mis ovejas “y así se esta viendo en el amplificador que son las redes sociales con la solución proporcionada por el pleno para el tema de los palcos y sillas, como dijo el bueno de Paco Barra en uno de esos plenos, “Aquí siempre están los tontos y los listos afuera”.

¿Y si dejamos de mirar la paja en el ojo ajeno y empezamos a mirar la viga en el nuestro?, los hermanos mayores tienen una gran responsabilidad en el ejercicio de su servicio y estos ya han demostrado su cumplimiento con nota, ¿estaremos los hermanos de nomina a la altura?, por cierto, con responsabilidad y deberes también como nos marcan nuestras reglas y juramos cada año en nuestras funciones principales.

El mayor ataque y peligro que tiene nuestra Iglesia es la división, no la persecución. Nuestra razón de ser es la de comunicar a los hombres la Verdad de Cristo con la unidad que posibilita la credibilidad y que es fundamental para nuestra misión.

Como hermanos de todas las corporaciones también somos corresponsables que la gran revelación que establece Jesús al Padre se cumpla “Que sean uno como yo Padre en ti para que el mundo crea”, y es responsabilidad y deber de todos

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