Cambio de sentido

La palabra del año

Las nuevas palabras y acepciones incorporadas al diccionario son reflejo de los tiempos que vivimos

Hoy, para comenzar con gusto los días corrientes de enero, le propongo un juego: si usted tuviera que llevar todo el año una palabra en el bolsillo, ¿cuál elegiría? (Tenga cuidado, las palabras "tienen filo/ te cortarán la lengua" -advierte la poeta Alejandra Pizarnik-, "pueden ser al mismo tiempo margaritas y moratones" -añade Anne Sexton-; "Nombrar las cosas es despertarlas", avisa María Zambrano). Para buscar ese vocablo hay que remover por dentro. Yo he anotado para elegir entre tres o cuatro, pequeñas pero sinceras, que me miran desde el papel con cariño y asombro. Además, me he pillado una de repuesto, de entre las que Fundéu propuso como candidatas a Palabra del Año 2018.

En estos días hemos conocido la Palabra del 2018 para Fundéu: microplástico. Tremenda significación, nos aviva la conciencia. También conocimos la actualización del Diccionario de la Real Academia Española. Las palabras y acepciones recién incorporadas al diccionario dan cumplida cuenta del tiempo que nos toca vivir. A ver si no: meme (que me ha extrañado que no proceda de memez), selfi (mirarse en una pantalla y esparcir el reflejo sin pudor), neurotizante, viagra (evocan el "régimen farmacopornográfico" descrito por Paul Preciado), ecocidio, sororidad… También resulta significativa la ampliación de algunas acepciones, como viral (para lo que reverbera en internet), maltratar (que verdaderamente se extiende a todas las criaturas) o pedagogía, que antes era para chaveas, pero ahora nos la intentan aplicar -qué cansino- a cualquiera. Me gustaría conocer, además y sobre todo, las palabras caídas en desuso, y que tanto gozo me da escuchar en boca de las viejas y de la gente del campo, sapientes guardas del arcaísmo y la rebeldía a la lengua impuesta. Los términos que Fundéu nombró finalistas a Palabra de 2018 componen igualmente un mosaico de estos locos tiempos: mena (menor extranjero no acompañado), sobreturismo, micromachismos, nacionalpopulismo, procrastinar, dataísmo. Qué estampa. De todas las palabras que propuso Fundéu, me quedo con una: los nadie o losnadies. "Nunca, nada, nadie. Tres palabras terribles, sobre todo la última", escribió Antonio Machado. Desde Odiseo hasta hoy, don Nadie y doña Nadie, polimorfos, invisibles e incontables, son quienes pueden cegar a Polifemo.

¿Qué tal lo lleva?, ¿tiene ya su término para 2019? Que esa palabra -dolorosa o gozosa, igual vale, siempre que sea verdadera- le alumbre el año nuevo.

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