Hay personas que pasan a la historia casi sin proponérselo. Es el caso de William Lamport , también conocido como Guillén de Lampart y por el nombre español de Guillén Lombardo, quien se convirtió en uno de los personajes más afamados de las novelas y del cine: el Zorro. A diferencia de muchos protagonistas, William era un hombre real, de cabello rojo y rizado, nacido en Wexford, Irlanda en 1615, donde recibió una formación católica. Continuó sus estudios en España, donde se hizo cercano del conde-duque de Olivares y se sabe que escribió a Felipe IV proponiéndole hacer de Irlanda un protectorado de la Corona Española pero en cuanto a república libre, como Venecia, a cambio del apoyo español al levantamiento irlandés.
En 1640 llega a México, donde estuvo preso de 1642 a 1659 acusado de varios delitos. Entre 1652 y 1654 Guillén de Lampart escribió en su celda 918 salmos en latín, utilizando lienzos blancos y una tinta que elaboró con cera, chocolate y cenizas. Entre sus proezas se encuentra el haber realizado una proclama independentista para separar a México de España, por lo que se le considera un precursor de la independencia de México, que no se llevaría a cabo hasta 1810.
En 1872, el escritor y jurista mexicano Vicente Riva Palacio, al tener acceso a los archivos del Santo Oficio, se encuentra con este personaje fascinante y decide utilizarlo en su novela titulada 'Memorias de un impostor. Don Guillén de Lampart, Rey de México'. En 1919, el periodista estadounidense de origen irlandés, Johnston McCulley, basándose en la novela de Riva Palacio, escribe 'The curse of Capistrano' donde Lampart pasó a llamarse Diego de la Vega y de ahí saltó al cine con la película 'The mark of Zorro'.
En la ciudad de México, en el interior del monumento a la independencia conocido como 'El Ángel' se rinde homenaje a los héroes de esta gesta, llamando la atención que se encuentra ahí una estatua de Guillén de Lampart, el irlandés que quiso independizar a la Nueva España.
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