SOMOS colistas después de la derrota de ayer en Chapín y la vitoria del Racing de Santander. "Todo es lo peor" así, con estas palabras, definió Esteban Vigo, en rueda de prensa, la situación que vive hoy por hoy el Xerez. Como comentó un aficionado en la grada "parece que nos ha mirado un tuerto" y es que, todo lo malo que se podía dar para que el Xerez perdiera, se dio ayer en Chapín. Un arbitraje horroroso, una expulsión antes de los diez minutos de juego y de nuevo, un gol en las postrimerías del encuentro de un equipo, el Real Madrid Castilla, que no se mereció, por juego, la victoria.

Ayer el fútbol fue injusto con el Xerez. Los de Esteban Vigo, sin hacer un partido fuera de lo normal, se entregaron hasta el último instante, prueba de ello es que el público supo reconocer la actitud mostrada sobre el césped. Con diez hombres casi todo el partido, multiplicaron los esfuerzos e incluso en la segunda parte tuvieron los xerecistas algunas oportunidades para marcar. Pero la crueldad se cebó, una vez más, con el Xerez en el minuto 87 con el gol anotado por Lucas.

Patiño y Ogbeche, aún sin marcar, dejaron una buena impresión. En cualquier caso sin goles es imposible ganar. El Xerez atraviesa el peor momento de los últimos años. Más abajo no puede caer, es lo único "bueno" que tiene ser el último de la clasificación. La permanencia se sitúa tras esta jornada a cinco puntos. Ahora, más que nunca, es cuando hay que levantarse, trabajar, sufrir, luchar. No hay otra, no se pueden bajar los brazos. Cuando nadie da un "duro" por esta plantilla es cuando el vestuario se debe conjurar. La actitud de ayer es el camino a seguir. Aunque las posibilidades son pocas, existen y hay que buscarlas.

"Todo es lo peor" como dijo Esteban, ya qué si en lo deportivo somos colistas en lo institucional mejor ni hablar. No podía faltar nuestro pequeño caso de corrupción en el Xerez. Lo que se viene denunciando desde hace años, podría aclararse finalmente en los juzgados. Morales, Monterrubio y Gil Silgado son acusados por la fiscalía de mala gestión al frente del club y por "esquilmar" la caja azulina. Lo triste es que el desenlace puede llegar demasiado tarde.

El futuro, en todos los aspectos, pinta realmente negro para el Xerez y el problema es que se atisban nulas posibilidades para poder solucionarlo. El club de nuestros amores se nos muere. Soy optimista por naturaleza, pero ante un panorama como el del Xerez, me cuesta ser positivo.

Lo mejor una vez más es la afición que ayer no dejó de animar. En una tarde fría, con el partido televisado, 6.474 aficionados se congregaron en Chapín. Este es el dato más positivo y el argumento para seguir creyendo en el futuro de este club. El Xerez, en tanto que empresa o sociedad anónima deportiva, puede que tenga sus días contados, pero mientras el xerecismo siga vivo, el Xerez de una forma u otra jamás desaparecerá.