CATAVINO DE PAPEL

Manuel Ríos Ruiz

De aquel primer Balón de Oro

TAL día como hoy, allá en mil novecientos quince, vino al mundo el futbolista que obtendría el primer Balón de Oro, ese trofeo que desde mil novecientos cincuenta y seis se otorga en el ámbito del futbol como distinción máxima. El futbolista que se alzó por vez primera con tan prestigioso premio fue el inglés Stanley Matthews, fallecido hace diez años.

Y ahora que estamos en plena temporada futbolística y se le dedican a los ases tantísimo espacio en los medios informativos, se nos ocurre glosar la trayectoria de Stanley Matthews, considerado uno de los mejores jugadores de todas las épocas. Se ha escrito por Martín Muñoz-Elena, uno de sus biógrafos, lo siguiente: "Stanley Matthews no guardaba ningún secreto. Todo el mundo sabía lo que iba a hacer, incluidos los defensas. No había sorpresas. Matthews se a cercaba al defensa con el balón controlado, el defensa le tapaba la salida y le obligaba a hacer su movimiento. A pesar de que los defensas sabían lo que iba a hacer, y que intentaban impedirlo, no lo conseguían. Algunos dicen que no sabía hacer una cosa. Si eso es verdad, está claro que la hacía como nadie. El futbolista inglés amagaba con la izquierda, una ligero toque y luego un recorte seco, como un latigazo y el defensa, a pie cambiado, solo podía mirar como se iba con el balón".

Nació en Hanley, hijo de un barbero que había sido boxeador. El comenzó trabajando de albañil, pero destacó inmediatamente como amateur en el club de su ciudad, el Stoke Cyty. Luego jugaría en equipos de segunda división y a los diecinueve años debutó en la selección inglesa. Después de la II Guerra Mundial, en mil novecientos cuarenta y ocho su equipo de entonces, el Boltón, llegó a la final de la Copa de Inglaterra. Ya Stanley Matthews contaba treinta y tres años de edad. Una competición que volvió a ganar tres años más tarde, en un partido que es considerado histórico, bajo la denominación "La final de Matthews".

Martín Muñoz-Elena, también ha escrito: "Matthews era un caballero primero y un deportista después. Algunas de las entradas que sufrió fueron terribles, el inglés contaba como los defensas le amenazaban con partirle las piernas antes de cada partido, pero nunca tuvo un mal gesto ni una mala palabra". Estuvo jugando al máximo nivel hasta cumplir los cincuenta años y la reina inglesa le concedió el alto título de Sir en mil novecientos sesenta y cinco.

El futbol, el deporte de masas y tal vez el deporte más difícil de practicar, al menos esa es nuestra consideración, ha tenido desde su creación magníficos jugadores, cuyos nombres han quedado universalmente en los anales del deporte. Y entre ellos, sin lugar a dudas, brilla el nombre de Stanley Matthews con luz propia, como ejemplo para los deportistas de todas las latitudes. Vino al mundo tal día como hoy, hace noventa y cinco años.

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