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Por montera

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Mi primer rifle

EL matrimonio Sparks cerraba el día con una última conversación en la cama antes de dormirse. Él le preguntó a su esposa qué le podrían regalar a su pequeño por su quinto cumpleaños. Barajaron varias posibilidades entre un videojuego, unas zapatillas de deporte e incluso unas raquetas de tenis para apuntarlo, al fin, a clases extraescolares. Pero nada de eso les convenció. Querían ilusionar a su pequeño con algún regalo extraordinario con el que nadie más, ni sus tíos y sus amiguitos del colegio podrían sorprenderle. Él le dijo a su mujer que había visto en la armería de Cumberland, en Keystone Sportings Arms, unos rifles para niños muy bonitos con la carrillera y el guardamanos estampados con colores infantiles. La oferta resultaba muy atractiva ya que lo promocionaban como "Mi primer rifle", ideal para un niño de cinco años que vive en un zona rural de Kentucky.

La mínima duda que le expresó ella fue el peligro de su uso, pero el esposo la convenció ya que él se encargaría de educarle para disparar y prevenirle de los peligros del tiro. El chaval disparaba con frecuencia entusiasmado. Cogía el rifle, se lo colocaba en el hombro, enfilaba el ojo en la mira óptica y buscaba su objetivo. Papá siempre le decía que sólo disparase a pequeños animales o una diana y nunca a una persona. Y así entrenaba el pequeño de cinco años. Pero un día, mientras él jugaba dentro de su casa con su hermana de tan sólo dos años, Caroline, el pequeño Sparks vio el rifle apoyado en un rincón de la habitación donde trasteaban. A Caroline le gustaba cantar y jugar al aire libre, pero ese día no salió porque encontraron el rifle de su amado hermano.

La madre de los pequeños Sparks salió al porche ajena a lo que sus dos hijos hacían. Se disponía a recoger unas cuantas hamacas y varios trastos que afeaban la entrada de la casa, cuando oyó un disparo. Corrió hacia en interior de la vivienda y se espantó al ver a su hijo, empuñando su primer rifle estampado de colores y salpicado por la sangre de su pequeña Caroline que permanecía inerte en el suelo. Según palabras de su abuela, Linda Riddle, está, ahora, en el mejor lugar.¿En el mejor lugar? Frases que salen del desconsuelo y donde se refugian los dolores irracionales. Un accidente mortal más de los 851.000 que se producen en los EEUU con armas en manos de vecinos con derechos constitucionales a poseer pistolas o rifles en casa.

Billy Gregory, oficial de la Policía de Kentucky, dijo que era sólo una de esas pesadillas, una cosa rápida que ocurre cuando le das la espalda. Los padres del pequeño Sparks no sabían que el rifle estaba cargado. Tampoco tenía el seguro infantil activado. Era sólo un juguete para que su hijo de cinco años recibiera una sorpresa diferente el día de su cumpleaños. Hoy el matrimonio Sparks se vuelve a acostar en la misma cama sin nada de qué hablar.

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