Crónicas levantiscas

Juan Manuel Marqués Perales

La pringue

ADomingo Infante le robaron siete jamones de su bar Los Caracoles y, aunque la Científica inspeccionó el escenario, no halló nada; tuvo que ser su mujer, María, la que se diera cuenta del rastro de pringue que dejó el caco sobre el acerado. Paso a paso, siguiendo los restos del tocino y asistida por su suegra, la sanluqueña llegó hasta el domicilio de su vecino chorizo. CSI en Sanlúcar no lo hubiese hecho mejor. Las dos horas que el fiscal Horrach dedicó a la primera parte del interrogatorio de Iñaki Urdangarín el viernes pasado sirvieron para seguir el rastro de otra pringue. Factura a factura, el Instituto Nóos, sin ánimo de lucro, cobró 900.000 euros para organizar el Valencia Summit de 2004. A su vez, la empresa Nóos Consultoría Estratégica, ésta sí con derecho al lucro y de la que también es copropietario Urdangarín, le cobró a la otra Nóos 400.000 euros. "¿Cómo es posible que ese dinero acabe en la empresa de la que usted es propietario?", preguntó Horrach. "No soy conocedor de esta materia porque no me he dedicado a ese tema", respondió. Y así factura a factura, evento a evento. Es difícil que Urdangarín sortee la pena, se ha sentenciado, España es una monarquía republicana, apesta pero es una república de Derecho; han dejado medio país pringado, de Marivent a Génova, del Palau de Sant Jaume a la avenida de Hytasa, pero sí, esta vez lo van a pagar.

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