La columna

José Rodríguez Carrión

¡Lo prometido... y no...!

¡CAGONLALECHE! No, no es que mi amigo estuviera ayer enfadado. Solo intentaba salir de ese gran bosque virtual que uno de los candidatos a presidente nos ha prometido si gana. Según sus cuentas, si somos 40 millones, cabemos a más de diez árboles por cabeza. Bueno, cabezas hay algunas en las que cabe un bosque, pero hablemos de la generalidad. A mi amigo no le hace ilusión que le den su parte de arbolitos, pues lo mismo que no quiere tener una tele de 42 pulgadas sino la casa donde cabe, en este caso lo que quiere es la parcelita. Es que como ahora se puede pedir de todoý ya sea por la parte que castigará a los obispos por criticones, ya por la que defiende el "pedid y se os dará" algo se podrá coger ¿no?

Es lo que tiene esto de las campañas, que se parece cantidad a las ofertas de las rebajas, incluso en lo de "yo no soy tonto"ý ¿o sí? Claro que a veces leyendo el Diario uno se da cuenta de que no tiene ni idea de estrategias electorales. Y es que cuando se ven cosas como meterse con los inmigrantes (supongo que no querrán que les voten), meterse con la mujer del presidente y de rebote pues salpica a todas (hay que ser majadero para cuestionar que una mujer - casada o soltera - se dedique a cantar o a lo que le plazca), quitar de en medio a Gallardón, decir que los andaluces somos subsidiados, etc. dice mi amigo que será porque se están sobrados de votos y no se quiere abusar en tener demasiados ¡la leche!

Entretanto, aquí en Jerez, seguimos con el olorcito de la puñetera carpa, las cagaditas de los perros, las aceras sucias y sobretodo con algo realmente preocupanteý mucho paro. Las cifras son crueles y a la vez incomprensibles. ¿Cómo es posible que leamos que hay varias cajas de ahorro queriendo abrir oficina y a la vez se duplique la cifra de paro en 7 años? Menos mal que el mes que viene las cifras mejorarán pues habrá 17 parados menos, o si Dios y alguien más quiere 21. En fin, algún día alguien nos dirá la verdad de todo, pero mientras ya sabený pidamos y nos darán. Pero eso sí, por favor, que seaý ¡lo prometidoý y noý!

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