Entre lo que se ha dicho últimamente sobre educación me llamó especialmente la atención lo del consejero Imbroda: "la enseñanza pública debe dejar de mirar de reojo a la concertada y preocuparse mucho más de cómo mejorar". Antología… del disparate. ¿Cómo dice eso quien tiene la responsabilidad de la buena gestión de la educación pública? ¿Qué está haciendo para que mejore? Inconscientemente ha mostrado que mira la pública desde fuera.

Mis hijos fueron a la pública. Porque su madre y yo quisimos que en su educación aprendieran a manejarse en la vida real que encontrarían después. Quisimos que desde pequeños aprendieran a vivir la tolerancia y la diversidad: la de los/las emigrantes que hablan otro idioma, la de los compañeros que tienen alguna discapacidad, la de los que no siempre "son buenos". Porque, aun siendo cristianos, creímos que la educación religiosa no es cosa de la escuela y que deben conocer otras realidades, ateísmo incluido. Porque quisimos una educación de calidad, con un magnífico profesorado que no está ahí por enchufe. Porque no quisimos para ellos una educación confortable, entre algodones, con mucho de endogamia entre gente guay. Porque que un privilegio sea histórico no justifica su permanencia.

Mis hijos fueron a la pública y su madre y yo seguimos su educación de cerca, involucrándonos con el centro, desde las ampas y pidiendo explicaciones si había que hacerlo. Les hemos ofrecido, que no impuesto, nuestros valores y concepción de la vida. Como madre y padre hemos sido actores protagonistas de la educación de nuestros hijos; pero no los únicos. Y no necesitamos pin parental. Ah, y mis hijos hoy son profesionales con carrera universitaria orgullosamente educados en la pública. Quizás un consejero de educación no debería haber sido antes empresario de la educación privada.

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