Notas al margen

David / Fernández / Director De / Diario De Jerez

El 'pucherazo'

LA dimisión en bloque de la mayoría del consejo local de IU tras la derrota de Joaquín del Valle frente a su compañero Raúl Ruiz-Berdejo ha detenido el tiempo. ¿Cómo es posible que renuncien hasta diez políticos de una tacada, tres de ellos concejales que se sientan en el salón de plenos, en un país donde no dimite nadie? Expertos de todo el mundo trataron de averiguar qué había detrás de su denuncia y si existieron o no trampas en la votación 'on line' durante las primarias para elegir al mejor candidato a las municipales. Los más ilusos impugnaron el proceso pensando en una comisión depuradora liderada por unos fenómenos incorruptibles y se encontraron con un puñado de tipos silbando, que miraron hacia otro lado ante el monumental escándalo. La comisión provincial cumplió las previsiones y no estuvo a la altura de lo que se esperaba de ella: decretar de manera inapelable si se respetaron las reglas del juego democrático o si por el contrario se utilizó hasta el DNI del cuponero del Capele para catapultar a un candidato a través de un mismo ordenador.

Si formidable fue la chapuza, lo que heló la sangre del personal fue el veredicto oficial: todo ha sido "normal". El tuerto es el rey. Y al decir todo se incluye la más que fundada sospecha del pucherazo, su denuncia y la posterior renuncia de las personas que han llevado a la formación de izquierdas a lo más alto en esta ciudad. Hasta los dos candidatos, Del Valle y Ruiz-Berdejo, aseguran que la vida sigue y tal, y que lo importante es el partido. El coordinador provincial Manuel Cárdenas, un santo varón que rezó para que ganara del Valle, en lugar de coger el toro por los cuernos y llegar hasta el final con decisiones drásticas, se mostró más bien preocupado con la idea de que no trascendiera la noticia.

Desde el ya legendario pucherazo que protagonizó el PSOE en La Barca y del que algunos nunca se repusieron, la ciudad no había sufrido semejante disgusto. Si ya es duro aceptar que a Cristiano Ronaldo le huele a cien kilómetros el pucherazo en la elección del próximo Balón de Oro y que la picaresca forma parte del ser humano, es fácil imaginar cómo se sienten los jerezanos tras contemplar a IU tirando por el retrete gran parte de un crédito ganado a pulso y con un trabajo extraordinario. Las banderas siguen hoy a media asta y las 345.562 zambombas programadas para este puente han guardado un minuto de silencio en señal de duelo.

Lo próximo que dirán desde IU es que prefieren un partido plural donde todo el mundo se expresa -incluso varias veces a través de un mismo ordenador- que el ordeno y mando del PP. No se sabe qué es peor. La izquierda fue siempre a la vanguardia en los procesos de participación ante una derecha complacida viéndolas venir. Al cabo, cuando la izquierda se desgasta lo suyo hasta dar con la fórmula que permite avanzar en democracia interna, la derecha se limita a copiar y a encogerse de hombros. El problema de IU en este caso es que quiso ser tan abierta y tan plural, quiso ser tan casta y pura, que olvidó lo esencial para garantizar una proceso limpio. La sombra de la duda es tan enorme, que hasta los ganadores perdieron.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios