La columna

José Rodríguez / Carrión

¿Para qué quiero más?

BIEN, con nueve años de retraso parece que ha comenzado antesdeayer, el año de las calamidades. Todo lo que se vaticinaba para el cambio de mileno nos advierten que va a ocurrir ahora. Los cachondos del gobierno no cesan de anunciarnos de que los parados aumentarán sin medida y que lo peor de la actual situación económica llegará este año. Es de suponer que además de avisarnos para que nadie vuelva a decir que ocultaban la debacle, alguien estará haciendo algo para adoptar medidas que palien la situación de quienes ya están inmersos en los efectos de la puñetera crisis y también para evitar que salpiquen a quienes aún estén a salvo.

No, desde luego con endurecer la persecución de los fumadores no lo van a conseguir; que no vendan tabaco y ya está, ¿o es que les interesa más el dinerito del sellito? Y con lo de cambiar la ley del aborto, menos. Por supuesto con lo de la memoria histórica ni de broma. Con darle pasta a los bancos para que la guarden en vez de prestarla, tampoco. Entonces ¿qué? ¡Ah, pues quien lo sepa que lo diga! Lo cierto es que ahora más que nunca cada uno tiene que buscarse la vida, pues con la oposición que hay que sólo sabe ir en contra pero nunca ayudar a remar a favor, tampoco vamos a ningún sitio.

Habrá que confiar en que los Magos que pasarán por Jerez el próximo día 6 sepan ver qué es lo que realmente necesitamos hasta que vuelvan a venir en 2010. En primer lugar necesitamos salud, y ayudar a mantenerla con mejores medios para el hospital y más profesionales para cubrir los servicios. Junto a ella trabajo, no mucho, si no hay más remedio sólo uno para cada uno, pero que esos 25.000 parados que despiden el año en nuestra ciudad encuentren un empleo y nadie pierda el que tiene. Y abusando ya un poquillo de que están por aquí, no vendría mal un poco de amor, o de amistad, o de compañerismo, o simplemente de que no te pongan zancadillas, que tampoco hay que forzar la suerte. Si en Jerez conseguimos siquiera un poco de eso: salud, dinero y amor, podremos cantar felices aquello de… ¿Para qué quiero más?

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