Notas al margen

David Fernández

No tienen remedio

VISTO lo visto, nuestros representantes no tienen remedio, son como los chiquillos. Habría que inventar otro molde para curar su sordera a fin de que no den la nota. Actúan como el ser más primitivo. Les da lo igual recortar en Justicia y Educación o que a usted le cite el especialista dentro de dos años. Ellos van a lo suyo. Cuanto más corazón y más altura de miras necesitamos, algunos políticos, demasiados en realidad, ejercen como si no hubiesen oído hablar de la cronificación de la pobreza. Se sospecha que tampoco parecen sensibles a las cifras del paro. El caso es que el ambiente está tan envenenado, que cuesta creerlo. La comunidad científica sólo halla tal capacidad de resistencia ante las malas noticias en el reino animal. Esto es un auténtico drama, porque hoy lo que se necesita es humildad y sentido común, y a ellos lo único que se les ocurre es devolver los yates. Apenas se inmutan ante el abandono del patrimonio y no digamos las infraestructuras en general. Lo mismo les importa la ruina del casco antiguo, que el deterioro de la industria. Ellos se comportan como si esta maldita crisis no pudiera rozarles. Y es más, piensan que nos quejamos de vicio. Sólo quien vive en una burbuja es incapaz de no ver la crisis de las instituciones que representan y la depresión económica y social que atravesamos. Sólo a ellos, a los portavoces del Parlamento por ejemplo, se les ocurre subirse las dietas de espaldas a los ciudadanos, justo cuando se promete impulsar la Ley de Transparencia. Si decepcionante es que lo pacten a escondidas, peor es tanta frivolidad. ¿Y cómo se atreve el presidente valenciano, Alberto Fabra, a fichar a un entrenador personal para mejorar su liderazgo por 20.000 euros con cargo al contribuyente? Si no goza de carisma, ¿qué hace en política?, ¿acaso le faltan caramelos? Al margen de recortar las políticas sociales con las tijeras de poder en plan 'tranquilo, no grite, lo hacemos por su bien', ¿no saben hacer otra cosa? Si el mismo ímpetu con que tiran el dinero lo pusieran en ideas para reactivar la economía, a todos nos iría mejor. Aquí en Jerez la polémica ha saltado con el dichoso viaje de un técnico y los delegados municipales Antonio Saldaña y Francisco Cáliz a Texas, al Foro Mundial de Ciudades Logísticas. ¿Quién dice que no trabajan? Seguro que no les quedó tiempo ni para jugar al golf, pese a que las partidas eran gratis. La pena es que después de tanto sacrificio, se les olvidó un detalle: explicar qué pintan allí a los jerezanos que pagarán los 6.000 euros que costará su aventura. Algunos se preguntarán si de verdad tenían que ir los tres, porque es imposible entender algo cuando nadie te lo explica. Menos mal que el PP dijo ayer que lo han hecho por nuestro bien. Cierto que con el inmovilismo no se va a ninguna parte y que Jerez y la provincia pueden ganar mucho si un mínimo porcentaje de los contenedores que atraviesan El Estrecho se quedara aquí. Por algo se parió en su día la Ciudad del Transporte. ¿Pero cuándo van a admitir los políticos que tienen que rendir cuentas de cada céntimo que gastan? Para ello se aprobará la Ley que les obligará a publicar las cuentas, sus contratos, los salarios, los gastos en asesores, eventos y... en viajes. Lo desesperante es que haya tantos políticos que no se enteran.

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