¿Qué más tiene que pasar para que las administraciones dejen de mirar hacia otro lado y tomen el problema del río Guadalete como muy grave? Y no faltan argumentos, que son muchos los que se han expuesto.

En el año 1983 se puso en marcha el azud (demolido recientemente), momento en el que advertimos que sería la muerte del río. Y el tiempo nos ha dado la razón. También advertimos que había que vigilar el Guadalete y hacer las intervenciones necesarias si querían conservarlo. Además, en el año 1995 advertimos de las consecuencias que podía tener el desbordamiento del río Guadalete... todos sabemos lo que sucedió en el año 1996 y las promesas de todo tipo que se hicieron, con el compromiso de que no se volverían a producir inundaciones. Incluso la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir hizo un estudio sobre los "puntos negros" que habían ocasionado las inundaciones. Pues bien, todas esas promesas y el estudio han ido a parar al cajón del olvido. Sin embargo, ahí no queda la cosa. En el 2009-2010, que todos recordarán por lo reciente que está, se volvieron a producir las inundaciones pero incluso mucho peor que en el 96, por la sencilla razón de que el Guadalete está en peores condiciones que en las anteriores inundaciones. En esta ocasión la cosa es mucho más indignante porque los gobernantes visitaron las zonas afectadas prometiendo el oro y el moro, y diciendo que se intervendría en el río de manera inminente. Pero como ya sabemos, lo poco que se ha hecho se ha realizado muy tarde y mal, dándonos a entender que las administraciones no tienen el más mínimo interés en darle solución al problema del Guadalete e importándole un bledo el sufrimiento de miles de personas. Si les hubiera importado algo, habrían intervenido tras las catástrofes del 96 con el proyecto que ellos mismos diseñaron. Creo que son motivos más que suficientes para decir que nunca han tenido la más mínima intención de tomarse en serio el problema del río Guadalete. En las pasadas inundaciones, cuando vinieron los políticos ofreciendo tanto, ya dijimos que no prometieran tanto, que mucho nos temíamos que cuando llegara invierno todo estuviera igual. Y no nos hemos equivocado, incluso en estos momento la situación es más peligrosa porque el año pasado, por estas fechas, los pantanos estaban al 30% o al 40% de su capacidad, este año están al 80% o al 90%. Pienso que es para alarmarse, señores gobernantes.

Al menos, se debería tener en cuenta que el grupo de trabajo del consejo local de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Jerez está elaborando un proyecto a corto, medio y largo plazo de intervención en el río, y dentro del corto plazo, se ha contemplado una intervención urgente, avalada por dicho consejo y con la señora alcaldesa como presidenta. Pero hasta ahora todo ha quedado en intención. Como suele ocurrir, la señora delegada provincial ha declarado que está harta de hacer fotos en el Guadalete, efectivamente, eso es lo que hace, salir en las fotos, porque lamentablemente otra cosa no hace.

Señora delegada, me gustaría hacerle una pregunta: ¿Qué argumento va a utilizar en el supuesto caso que hubiera que lamentar pérdidas humanas?, dado el peligro que se corre por la situación en la que se encuentran los embalses y debido al eterno problema del río, y debido a que lo que pueda ocurrir sería consecuencia de su dejadez.

Desde el año 83 ha habido tiempo más que suficiente para haber dado solución al río, es por esto por lo que termino este escrito como lo empecé. ¿Qué más tiene que pasar en el río Guadalete para que de una vez por todas se termine con el culebrón de este gran problema que afecta a los todos los jerezanos?