Crónica Personal

Pilar / cernuda

Contra el terror

Lo cuentan unos y otros, los dirigentes del PSOE y del gobierno que negociaron el primer pacto que han firmado Rajoy y Sánchez: desde el primer momento hubo voluntad de llegar a acuerdos, el único escollo era la cadena perpetua revisable y pronto se encontró una fórmula que permitía a los socialistas aceptar el texto sin quebrantar sus principios.

Los personajes clave, Antonio Hernando y José Enrique Serrano por el PSOE -algún día alguien escribirá largo y tendido sobre este último, su discreción y sentido de Estado le han hecho imprescindible en toda clase de negociaciones- y, por parte del gobierno, el Secretario de Estado de Seguridad, la subsecretaria de Justicia y, al final, el Secretario de Estado para las Relaciones con las Cortes. Con colaboradores en uno y otro lado.

En esta España siempre convulsa, sobre todo en año electoral, la forma en que se ha trabajado para luchar de forma conjunta contra el terrorismo islamista ha sido ejemplar; se ha recuperado el espíritu de consenso y de unión ante la adversidad que se tenía prácticamente olvidado desde los tiempos de la Transición. Y cuando en esta España convulsa cobran cuerpo partidos de los que más vale huir como de la peste porque solo pueden traer desgracias, que los dos que han tenido y tienen responsabilidades de gobierno recuperen la madurez que tenían guardada en algún sitio para sumar esfuerzos contra el terrorismo islamista, es algo que reconforta. Y que hay que agradecer.

Sería bueno que otras fuerzas políticas se sumaran a ese pacto, porque la yihad es un asunto demasiado serio, demasiado peligroso, como para permitir que las estrategias electorales, los tacticismos o las diferencias ideológicas prevalezcan sobre el bien común. No hay día en el que no nos veamos golpeados por el horror del yihadismo, por los atentados indiscriminados, los secuestros que acaban en decapitaciones y degüellos filmados con regocijo, los raptos de niñas, las violaciones masivas, las torturas y las amenazas. Es la guerra. La guerra de los yihadistas contra el resto de la humanidad, y no se ponen límites a su reto de imponerse con los métodos que consideren más eficaces. El terrorismo en su cara más encarnizada y sangrienta.

Cuentan con medios económicos sin límite, y cuentan con un arma muy eficaz: redes sociales que saben utilizar de forma inteligente. Si antes tardaban años en captar a cada uno de sus seguidores, ahora saben hacerlo con solo dos o tres meses, y se expanden por los cinco continentes con sus mensajes muy bien diseñados para hacerse con la voluntad de los que están deseando convertirse en héroes desde sus filas, que es lo que prometen.

Contra ellos no se puede luchar individualmente, y lo han comprendido muy bien Pedro Sánchez y su equipo. Es año electoral, pero las urnas quedan en segundo plano cuando hay que pertrecharse contra el terror.

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