LA Diputación de Cádiz ha publicado la 'Obra poética' de Angel García López. Y ha cuidado la edición esmeradamente Felipe Benítez Reyes. En tres volúmenes se reúnen los veintidós libros publicados por el poeta roteño. Son los siguientes: 'Emilia es la canción' (1963), 'Tierra de nadie' (1968), 'A flor de piel' (1970), 'Volver a Ulelia' (1971), 'Elegía en Astaroth' (1973), 'Retrato respirable en un desván' (1974), 'Mester andalusí' (1978), 'Trasmundo' (1980), 'Comentario de textos' (1981), 'Los ojos en las ramas' (1981), 'Memoria amarga de mí' (1983), 'De latrocinios y virginidades' (1984), 'Medio siglo, cien años' (1988), 'Perversificaciones' (1990), 'Territorios del puma' (1991), 'Glosolalia' (1998), 'Bestiario' (2000), 'Mitologías' (2000), 'Son(i)etos a Pablo' (2003), 'Apócrifos' (2004), 'Ópera bufa' (2004) y 'Universo sonámbulo' (2006).

Libros que han merecido los más significativos galardones del género, entre ellos Premio Adonais, Premio Nacional de Literatura, Premio de la Crítica, Premio Biscán, Premio Juan Ramón Jiménez, Premio Generación del 27, Premio Villa de Rota y Premio Ciudad de Melilla. Y libros que han sido glosados por la crítica especializada, que concurre en considerar a Angel García López, como uno de las más importantes poetas de su generación, la llamada Generación de los Sesenta o del Lenguaje. El maestro Gerardo Diego, nos dejó escrito: "Una poesía misteriosa, rica, culta y simbólica. Toda ella es una transfiguración de seres y datos de la realidad, una realidad que se siente vivida y no soñada, aunque el sueño sea otra forma de vivir, de tal modo que luego la palabra nace virginalmente para enaltecerla y perpetuarla. El tiempo, la sensación, las pasiones, las bellezas o asombros de la vida se trasmutan en verso armoniosamente melódico, natural y nunca vulgar. Las palabras están sentidas como seres vivientes que se asomasen por vez primera a la vida, a los labios, que se traspirasen respiratoriamente…"

Una obra poética la de Ángel García López, que por extensión abarca una verdadera infinidad temática, yendo del verso clásico al verso libre, y viceversa, siempre con una maestría admirable. Y para muestra de su personalidad lírica, un soneto blanco del libro 'Mitologías': "La rosa en el atril de su corola,/ el silbo del olor, el rojo, el fresno,/ el canto de sisón sobre el acebo,/ la placenta del trino de la alondra. / La mordedura de la taxilofilia,/ la lengua de la salvia, el pie del heno,/ la sonora garganta del eneldo,/ la transparencia de la mariposa./ Los ojos del ailanto y la magnolia/ y la calandria y el zorzal, el cuello/ del junco, el crepitar de la amapola./ Todo esto fue… Vivir la vida ahora/ es oírme y hablarme en el recuerdo/ sabiendo que no existe la memoria".