Diario De las artes

bernardo Palomo

Con verdadera pasión

LA antigua iglesia de San Miguel de Arcos fue felizmente rehabilitada hace años y convertida en Centro Cultural para disfrute de la población arcense. Desde un primer momento las exposiciones se han sucedido sin solución de continuidad dando sentido a un proyecto artístico que, sobre todo, los más jóvenes en el proceso creativo, se han visto beneficiados, teniendo un lugar disponible para mostrar un trabajo que, sin apoyos como este, difícilmente serían posibles. Allí, ya se han podido contemplar muy buenas muestras de artistas con trascendencia en los ambientes artísticos y, también, muy buenas comparecencias de otros autores que ofertaban un trabajo con muy buenas perspectivas.

Hay, también, que hacer constar que, en estos tiempos de carencias absolutas, con los ayuntamientos agobiados por una ruina galopante y desprendiéndose de todo aquello que no era de verdadera necesidad -las de cultura siempre han sido las Delegaciones menos afortunadas y a las que se han mantenido sólo por el lustre que pudieran aportar a los prosaicos planteamientos de la mayoría de los ayuntamientos-, mantener abierto permanentemente una sala de exposiciones y con manifiesta actividad expositiva es digno de consideración y de resaltar. El Centro Cultural San Miguel es uno de los pocas salas municipales que en la provincia continúan ofertando proyectos expositivos de manera continuada y con una programación constante. Los artistas lo agradecen inmensamente y los amantes de lo artístico lo tenemos que valorar en toda su importante dimensión.

Loreto de la Rosa es una pintora de Arcos a la que ya hemos visto en otras ocasiones y que ahora nos muestra una exposición amplia y variada, con obras que dejan entrever el apasionamiento creativo que la anima.

Una serie de muy buenos paisajes construidos con acierto compositivo y rigurosa manifestación cromática, simples estructuras ilustrativas de una realidad a la que la autora somete a un ejercicio plástico muy bien acondicionado, ramas de árboles que suspenden su lógica representación en un nuevo argumento figurativo planteado en un poderoso escenario plástico, son algunas de las buenas propuestas de una artista bien provista de argumentos creativos determinantes, capaces de abrirle diáfanas perspectivas.

La pintura de Loreto de la Rosa parte de una pasión; una pasión que se hace patente en la fuerza de la materia conformante que elige para sus muy bien cuidadas obras, en la valiente pincelada llena de pigmento acertadamente escogido, en la estructuración de los espacios, en la yuxtaposición de los materiales utilizados en los soportes, en el desarrollo visual contundente que promueve y en el poderoso ejercicio formal que efectúa en cada uno de los movimientos que ejecuta.

La artista arcense tiene ante sí mucho camino que recorrer, pero lo que está haciendo lo realiza con solvencia y manejando la norma artística con verdadera intención formal y plástica. Estamos seguros que vamos a seguir experimentando con su obra muy buenos episodios artísticos. Su fuerza desmedida, así, lo atestigua.

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