Desde el nido del cuco

Manuel Barcell

El vizconde Alanbrooke en Jerez

EN artículos anteriores he relatado las peripecias de la 'Doñana Expedition' por las tierras de la Baja Andalucía. Y entre los participantes, dos a los que me voy a referir especialmente: Max Nicholson y el vizconde Alanbrooke. Alan Francis Brooke, primer vizconde Alanbrooke (1883-1963), fue un militar británico, jefe del Estado Mayor Imperial durante la Segunda Guerra Mundial, ascendido a mariscal de campo en 1944. Fue el principal asesor militar del primer ministro británico sir Wiston Churchill. Max Nicholson fue el encargado de organizar los convoyes del Atlántico Norte, los que traían suministros y tropas a los aliados desde Canadá y los Estados Unidos. Durante un par de años los submarinos alemanes estuvieron a punto de decantar la guerra hacia Alemania. Posteriormente, el desciframiento de la máquina 'Enigma' alemana, el desarrollo del radar y la mejor organización del transporte aliado, frenaron aquella tendencia de hundimientos de barcos aliados.

Por tanto, para Alanbrooke y Nicholson esto supuso graves quebraderos de cabeza durante mucho tiempo. Pero volvamos a Jerez. Desde el hotel Los Cisnes, los británicos se dirigieron a Bajo de Guía. Allí, y a remo, la barca de los hermanos Cristóbal los depositó en Doñana. Allí les esperaban las caballerías que habían de llevarle al Palacio de Doñana. Con educación y flema británica, y a comienzo de la década de los cincuenta del siglo pasado, los expedicionarios pensarían que cómo iban a pasar un mes con aquellas infraestructuras. Pero la intendencia jerezana, la familia González, funcionó como un reloj: el 'Tío Pepe' fresco todos los días, el pescado de Sanlúcar recién bajado del barco, las chacinas de la sierra de Cádiz y el pan recién salido del horno, sorprendió agradablemente a todos y el desarrollo de la expedición fue un auténtico éxito. Al terminar la expedición, Alanbrooke y Nicholson comentaron desenfadadamente algo así: "Si estos jerezanos hubiesen organizado los convoyes del Atlántico Norte con esta eficacia, cuántos disgustos nos hubiéramos ahorrado durante la guerra".

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