Punto de vista

José Ramón del Río

jdel35@hotmail.com

La vuelta del Rey

Que la imprecisión en el lenguaje no vaya a estropearnos la buena noticia de la vuelta a España del Rey

En el Diario de Jerez leo una amplia información sobre el inicio de la campaña del PP y me alegró de las buenas perspectivas que ofrece sobre los resultados de las autonómicas, para las que quedan muy pocos días. Siendo este acto una celebración tradicional en las elecciones, es costumbre invitar a él a personajes del partido, que, en su día, fueron candidatos en las listas y ahora están retirados o, al menos dejaron la primera fila y por ello me extraña que no estuviera presente en el acto ninguno de ellos. Debo suponer que no fueron invitados, como por ejemplo Miguel Arias, que fue presidente del partido o yo mismo, que también lo fui. ¿Estaríamos invitados y se perdieron las invitaciones? Porque los que dirigen ahora el partido, encabezados por su presidente, siempre se han mostrado atentos con los ausentes y su buena educación les impediría incurrir en esa omisión. Vamos a olvidarla, porque las perspectivas son buenas y una cuestión de protocolo no debe perjudicarla.

Como si fuera un chiste -que no lo es- en el lugar que ocupa habitualmente la viñeta de Miki y Duarte, figura una que reza así "hasta 30.000 euros de multa si haces mal la declaración de la renta" y que se atribuye a la Ministra de Hacienda, María Jesús Montero, siempre deseosa de sobresalir en el gobierno de Pedro Sánchez y que lleva una leyenda que reza "no se confundan señores y señoras, yo siempre estoy ready, para meter un puro y para poner sanciones". Confiemos en que esta declaración de la ministra sea solo un bulo muy exagerado, porque la declaración de la renta, aunque todos ponemos el mayor cuidado, es sumamente complicada y no es difícil que se incurra en algún error que a la ministra le parece merecedor de una sanción.

Que venga el Rey de España es una buena noticia. Lo de "emérito" fue una apostilla, un invento del gobierno de Pedro Sanchez, que está mal empleado, porque para el diccionario de la Lengua dice que esa expresión se emplea especialmente respecto de un profesor que se ha jubilado y mantiene honores y alguna de sus funciones, y en la Roma antigua se decía de un soldado que había cumplido su tiempo de servicio y disfrutaba la recompensa debida a sus méritos. Y ni el rey de España, que lo es de por vida, morirá siendo Rey, ni había cumplido su tiempo de servicio, ni disfruta de algunas de las recompensas que tenía cuando era Rey. Pero ya sabemos que la precisión del lenguaje no es la virtud del presidente del Gobierno, ni de su ministra de Hacienda. Que la imprecisión en el lenguaje no vaya a estropearnos la buena noticia de la vuelta a España de S.M. el Rey.

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