EL invierno de 1996 quedó grabado en la memoria de la zona rural de Jerez porque el río se desbordó. Lo hizo una sola vez y no fueron pocas las promesas políticas llegadas de Madrid y de Sevilla que aseguraban que no volvería a pasar. Cambios de Gobierno, proyectos retocados y enmendados provocaron que algunos de ellos se retrasasen casi eternamente. Se empezó a hablar de recuperar el cauce, de limpiarlo, de darle profundidad, pero al final nada fue en serio... Trece años más tarde el río volvió a pronunciarse y lo hizo como sabe: golpeando a los débiles llevándose por delante las pertenencias de los que apenas tienen nada. Trece años de olvido son demasiados. Por eso el Guadalete se ha desbordado este invierno seis veces.