Día histórico para Unicaja Banco

La financiera andaluza espera que sus nuevos accionistas empiecen a comprobar la alta rentabilidad de su apuesta en 2018

Unicaja Banco comenzará este mediodía su cotización en las bolsas de Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia, así como en el Mercado Continuo. Se trata, sin duda, de un hito histórico para la entidad financiera andaluza, creada en 1991 tras la fusión de cinco cajas de ahorros de Málaga y Cádiz. Pero también para Andalucía, que ve como llega a buen puerto el laborioso proceso que permitirá que la comunidad autónoma cuente con el sexto grupo bancario más importante de España, radicado en su territorio, con un volumen de activos de 57.200 millones de euros y más de tres millones de clientes. La acción de Unicaja parte con un precio de salida de 1,10 euros, en la franja más baja de las alternativas posibles. Pero el despegue bursátil se realiza con la tranquilidad de que la demanda ha sido suficiente para colocar el 40,4% de su capital, el objetivo previsto, e incluso ha podido seleccionar a los inversores institucionales para iniciar un viaje sin sobresaltos a corto plazo. Los 687 millones que ha obtenido de partida en la operación le permitirán devolver la totalidad de las ayudas públicas que en su día recibió del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) por la compra del Banco CEIS. Un reintegro que ya le ahorrará, de aquí a final de año, el pago de 30 millones en intereses. La decisión que en la noche del miércoles adoptó el consejo de administración del banco andaluz puede calificarse de valiente. El escenario en el que se han realizado todas las negociaciones previas a esta salida a Bolsa ha sido más que convulso. Unicaja era un bocado más que apetitoso para algunos grandes bancos, dada su penetración en Andalucía, su tipo de negocio y la solvencia de la propia entidad. La crisis del Banco Popular, absorbido por el Santander, con una compra que ha supuesto que los accionistas pierdan sus inversiones, ensombreció el panorama. Los ataques cortoplacistas, en un efecto contagio, contra Liberbank obligaron a la intervención del Mercado de Valores para zanjar los movimientos especulativos. Y para completar el oscuro paisaje, los problemas de solvencia de dos bancos italianos que provocarán su liquidación. Pero los ejecutivos del banco andaluz han resuelto mirar hacia el futuro. Confían en que, gracias a "su enfoque en el negocio minorista, bajo una gestión prudente de su estrategia comercial y su perfil de riesgo", disponen de una sólida carta de presentación para ganarse la confianza de los mercados. Sus planes de negocio a medio plazo son muy optimistas. Esperan que los nuevos accionistas comprueben la alta rentabilidad de su apuesta desde 2018. Con los deberes hechos, sólo queda esperar y desear que se cumplan todos estos pronósticos.

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