Europa, ante el reto de la inmigración

Para Andalucía, es muy importante que el Consejo Europeo que empieza hoy encuentre y aplique soluciones a la inmigración irregular

Tras la cumbre de urgencia convocada el domingo pasado, el Consejo Europeo, integrado por los 28 jefes de Estado y de Gobierno de la UE, se reúne hoy y mañana para intentar llegar a un acuerdo que permita afrontar de forma unitaria el problema de la inmigración, que a estas alturas se ha convertido en un elemento altamente desestabilizador no sólo en la política interior de las diferentes naciones (Gran Bretaña, Italia, Francia o Alemania lo saben bien), sino que incluso amenaza con acabar con la Unión Europea tal como la hemos concebido hasta ahora. La inmigración irregular, hoy por hoy, está envenenando las relaciones entre los diferentes países europeos y está evidenciando que todos no comparten una misma visión sobre asuntos elementales que atañen, incluso, a los derechos humanos.

Los diferentes dignatarios intentarán consensuar decisiones concretas sobre algunas de las ideas que se debatieron en la cumbre, aunque ya se sabe que éstas buscarán dos objetivos: blindar lo máximo posible las fronteras de la Unión y mantener alejados de nuestras costas a los inmigrantes irregulares. Al final, como suele pasar, todo dependerá del dinero que se esté dispuesto a dedicar a tales pretensiones. Por lo pronto, para mejorar el control de las fronteras es necesario convertir a Frontex, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, en un auténtico cuerpo policial europeo, elevando sus efectivos de los 1.500 agentes actuales a, por lo menos, 10.000. Asimismo, no será barato desarrollar la red de centros de internamiento de inmigrantes que se pretende montar en terceros países (como Libia o Marruecos). Es un tema complicado, porque dichos centros, que podrían quedar rápidamente desbordados, deberían contar con supervisión europea para garantizar el escrupuloso respeto a los derechos humanos. ¿Es posible tal supervisión? Muchos lo dudan.

Estamos hablando de un problema que, a la vista está, afecta intensamente a Andalucía. En los últimos días, con la llegada del buen tiempo, hemos visto como los centros de acogida de inmigrantes no dan abasto y se han tenido que improvisar soluciones que no siempre son las más adecuadas. Nuestra comunidad, junto al sur de Italia y Grecia, pertenece al grupo de las más interesadas en que el Consejo Europeo encuentre y aplique soluciones. Eso sí, en una cosa ya se ha avanzado: a estas alturas ningún país importante ve la inmigración como un problema exclusivo de los países del Sur; todos se han dado cuenta de que estamos ante un auténtico reto europeo.

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