El Gobierno de Andalucía, cuestión de dos

PP y Cs han dejado claro esta semana en el Parlamento que no es Vox quien marca el ritmo del Gobierno andaluz

El Gobierno andaluz está formado por dos partidos, PP y Ciudadanos, y cuenta con el apoyo parlamentario de Vox. Esta evidencia parece no haberla comprendido aún la oposición, empeñada en que los ciudadanos piensen que el Ejecutivo autonómico está formado por las tres fuerzas políticas, algo que le viene muy bien en su estrategia electoral de identificar a populares y naranjas con los discursos más escorados de la derecha. Una prueba de que los criterios del Gobierno no siempre coinciden con los de Vox se vio claramente el jueves pasado en el Parlamento con motivo de dos debates tensos y broncos, los que versaron sobre la Ley de Memoria Democrática y el papel de Salvamento Marítimo en el rescate de los inmigrantes. En ambos, los partidos del Gobierno dejaron solo a Vox tanto en sus prisas por enterrar la llamada Memoria Histórica como en su empeño por descalificar la ejemplar labor que están llevando a cabo en el Estrecho los buques del Ministerio de Fomento, los cuales rescatan a los inmigrantes en apuros siguiendo las más elementales normas de humanidad.

Es cierto que el PP tiene firmado un acuerdo con Vox para asegurarse la gobernabilidad de Andalucía durante esta legislatura, y que este acuerdo vincula -quiera reconocerlo o no- a Ciudadanos en tanto que es socio de los populares en el Ejecutivo. Pero eso no significa que sea Vox -el grupo minoritario del Parlamento andaluz, con once diputados- el que imponga el ritmo de la vida política andaluza. El PP se ha comprometido a derogar la muy discutible Ley de Memoria cuando consiga un amplio consenso para sustituirla por una "Ley de Concordia", pero mientras se forjan los acuerdos es normal que siga dotando económicamente la búsqueda de los restos mortales de los fusilados durante la Guerra Civil y el franquismo, el aspecto de dicha ley que mayor consenso genera en la sociedad. En este sentido, hicieron bien PP y Cs en desmarcarse de la actitud de Vox, que llegó al insulto a los descendientes de las víctimas cuando los llamó "buscadores de huesos". También acertaron los partidos del Gobierno al tumbar la proposición no de ley de Vox para criticar la labor de Salvamento Marítimo y tachar a este servicio del Estado de "taxis" de los inmigrantes. PP y Cs no puede caer en escaladas verbales impropias de partidos que forman un Gobierno autonómico, más cuando se usa el insulto de forma reiterada. Esta semana se ha demostrado en el Parlamento que no es Vox quien marca el ritmo del Gobierno andaluz, sino los dos partidos que lo componen.

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