Listeriosis, aciertos y errores

Si algo ha demostrado el brote es la efectividad del sistema de salud público para acotarlo y tratar a la población

La crisis alimentaria provocada por la listeriosis ha demostrado la efectividad del sistema público de salud en Andalucía. Aunque hay que lamentar ya tres muertes y cinco abortos no deseados, el SAS ha hecho frente al mayor brote de listeriosis sufrido en España, ha hospitalizado a casi a dos centenares de personas y ha conseguido un índice de mortalidad muy por debajo del 17% que se cita en la literatura científica para este tipo de infecciones. La alerta sanitaria se declaró el 15 agosto por la tarde, y no hubo más infecciones a partir del día 17; es decir, que se retiró con precisión la carne mechada afectada y el mensaje llegó a la población. La propia polémica aceleró las informaciones a todos los públicos. Sin embargo, se han cometido muchos errores en la comunicación y en la adopción de medidas precautorias. Basta con citar que ha habido hasta cuatro alertas distintas a medida que las autoridades sanitarias iban ampliando la precaución a nuevos productos de Magrudis y que, finalmente, las instalaciones de la empresa no se cerraron hasta este viernes, 30 de agosto. El Ayuntamiento de Sevilla debe hacer una revisión en profundidad de los controles de inspección que le competen. Magrudis estuvo funcionando sin licencia de actividad y amplío la fábrica sin solicitar ningún tipo de permiso. El Gobierno andaluz, por su parte, ha intentado, por boca de su portavoz y en dos ocasiones, culpar al Ayuntamiento sevillano y no siempre con razón; es más, algunas veces con una interpretación tan retorcida de la realidad que quedó desmentida en horas. Ambas administraciones debían haber colaborado en un clima de confianza que se rompió después de la primera acusación del Gobierno hacia el Consistorio. No obstante, queremos subrayar que si hay un culpable, es la empresa cárnica donde surgió la infección por listeria, la que incumplió algunos requisitos y la que no fue clara al explicar sus canales de distribución. Y si hay a alguien al que felicitar es a los profesionales del SAS.

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