El PP de Casado amplía la base

El PP de los éxitos electorales fue un partido de un espectro muy amplio, y para ello es necesario manejar con maestría muchos equilibrios

La convención nacional del PP buscaba consolidar el liderazgo de Pablo Casado, que había sido cuestionado dentro de su propio partido. Para ello, la dirección nacional organizó una convención itinerante, donde contó con los anteriores presidentes -José María Aznar y Mariano Rajoy-, así como con algunos referentes internacionales e intelectuales. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cuyos desafíos eran una grieta en el liderazgo de Casado, ha firmado una tregua de lealtad. Buena parte de la crisis del PP se ha debido a los casos de corrupción que afectaron a dirigentes anteriores y, como consecuencia de ello, la aparición de dos partidos, Ciudadanos y Vox, que le restaban mucha fuerza por cada uno de sus flancos. Después de la rocambolesca moción de censura en la Región de Murcia, Casado tiene libre el amplio espacio del centroderecha y, quizás por ello, sus mensajes de este último fin de semana han ido escorados hacia el otro extremo, buscando el electorado de Vox. El PP de los éxitos electorales fue un partido de espectro muy amplio, y para eso es necesario mantener con maestría muchos equilibrios. Es posible, pero complicado. Cuando se ha logrado, ha sido gracias a un ejercicio de moderación, pero sobre todo por la existencia de liderazgos fuertes. Dirigentes comprometidos y solventes son los que suelen agregar en torno a su proyecto a votantes que no siempre han sido suyos. Esto es lo que debe conseguir Pablo Casado. Tal como expresó Mario Vargas Llosa en Sevilla, en esta misma convención, Ciudadanos está en el trance de la desaparición, buena parte de sus apoyos irán para el PP. Vox fue fruto de la inacción del Gobierno de Mariano Rajoy ante la crisis catalana, cuando decidió subrogar tal problema -de los más graves que ha vivido España desde la Transición- en los jueces y fiscales, y de los casos de corrupción del partido. Es posible que Vox tenga un suelo, que no sea fruto de una indignación pasajera, pero en la medida en que Casado se vislumbre como posible vencedor irá ganando más electores de ese extremo.

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