Radiografía de la empresa en Andalucía

La región recupera la cifra de medio millón de compañías que perdió hace nueve años, pero la fragilidad de su tejido es más que notable

Andalucía ha logrado superar, de nuevo, la barrera del medio millón de empresas. La cifra se había perdido hace una década como consecuencia de la crisis económica. En el periodo 2014-2017, la comunidad lideró en España la creación de nuevas compañías. Así se refleja en una de las conclusiones del Análisis Económico-Financiero de la empresa andaluza 2018, elaborado por Unicaja Banco y Analistas Económicos de Andalucía. Sin duda, se trata de una noticia esperada y alentadora. Los autores del estudio consideran que los empresarios han recuperado la confianza y la comunidad es ahora mismo un territorio muy dinámico. Pero la radiografía estadística recoge otros parámetros fundamentales, como la baja densidad o el menor tamaño de las sociedades frente a la media española. Esa diferente realidad resulta crucial para explicar por qué Andalucía supera en casi siete puntos el porcentaje de parados de España, según la Encuesta de Población Activa del último trimestre del año anterior.

Si el promedio nacional de firmas se sitúa en 70,5 por cada 1.000 habitantes, el andaluz no llega a 60. La propia región ofrece datos que sintetizan ese resultado y dibujan un paisaje poco homogéneo para este motor de la actividad económica. Las provincias de Málaga y Sevilla acaparan casi la mitad del total de la red empresarial andaluza. Además, al analizar este tejido, sobresale que de las 501.000 compañías computadas, sólo 1.188 superan los 100 empleados. El 96% funcionan con menos de diez trabajadores y la mitad carecen de asalariados, corresponden a iniciativas de los autónomos. Esa fragilidad es determinante para reducir la distancia que nos separa de la convergencia con España y la Unión Europea.

Por ello, los expertos demandan un esfuerzo a todas las administraciones que se traduzca en incentivos u otro tipo de acicates que animen a las sociedades a crecer, si es necesario por la vía de la fusión. Porque sólo desde la fortaleza es posible competir con un mundo cada vez más globalizado. El nuevo Gobierno andaluz debe fijarse como prioridad ese objetivo: el respaldo a la empresa. Por lo pronto, en su mano se haya reducir al mínimo la maraña burocrática actual, que evita la necesaria agilidad para generar nuevas compañías. El poder de decisión en numerosas ocasiones se haya a cientos de kilómetros, la tardanza en una respuesta equivale a la pérdida de oportunidades que Andalucía no puede permitirse.

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